Beatifican en Roma al fundador de los Salvatorianos

VATICANO, 15 May. 21 (ACI Prensa).- El fundador de la Sociedad del Divino Salvador (Salvatorianos), P. Francisco María de la Cruz Jordán, fue beatificado en Roma este sábado 15 de mayo.

La ceremonia se realizó en la Basílica de San Juan de Letrán y fue presidida por el vicario del Papa para la Diócesis de Roma, Cardenal Angelo De Donatis.

Durante su vida el Beato Jordán estableció la Sociedad del Divino Salvador en 14 países. Hoy, los miembros de la congregación realizan actividades apostólicas en más de 50 países. 

En su homilía, el Cardenal De Donatis destacó tres aspectos de la vida del Beato Jordán: la importancia de meditar las Sagradas Escrituras; el anuncio apostólico para salvar a todos y la comunión apostólica.

“La semilla de la vocación apostólica del Beato Francisco de la Cruz germinó con el estudio y la meditación de la Palabra. Entre sus propósitos personales, recogidos en su diario espiritual, se encuentra: ‘Leer la Escritura a menudo’. Es una recomendación que se dirige a sí mismo, porque para él la Biblia es la fuente de la que extraer los contenidos de la formación religiosa”, señaló el Purpurado.

En esta línea, De Donatis subrayó que el Beato Francisco de la Cruz comprendió “que solamente la escucha de la Palabra de Dios puede ser el fundamento del camino de la evangelización” porque “solo frecuentando las Escrituras, leyéndolas, meditándolas, se adquiere la sabiduría espiritual necesaria para el anuncio”.

Al referirse a la obra misionaria del Beato Jordán “anunciar a todos, para salvar a todos”, el Cardenal De Donatis añadió que “el tiempo en que vivimos necesita un anuncio de amor, necesita saber y escuchar que Dios nos ama” y es necesario recordar también “la perspectiva de salvación, una mirada hacia el cielo, hacia la eternidad, para superar el vacío, el aburrimiento, la apatía, la indiferencia, la superficialidad y experimentar en nuestros ojos, en nuestros gestos, en nuestras palabras el amor de Dios”.

Breves datos biográficos

El P. Jordán nació el 16 de junio de 1848 en Gurtweil, una localidad en el actual estado alemán de Baden-Württemberg. Debido a la pobreza de su familia, debió postergar su sueño de prepararse para ser sacerdote, y trabajar como obrero y pintor-decorador.

En 1869 comenzó a tomar clases privadas con sus amigos sacerdotes en Waldshut, y después de eso estudió en el liceo de Constanza. Jordán desarrolló un talento innato para los idiomas y se graduó de la secundaria presentando un ensayo en ocho idiomas europeos y otro en otros cuatro idiomas.

En 1874 comenzó sus estudios de teología y filología en la Universidad Albert Ludwig de Friburgo de Brisgovia. Después, comenzó su preparación para el sacerdocio en el Seminario de San Pedro, cerca de la misma ciudad.

Fue ordenado sacerdote el 21 de julio de 1878, y más tarde, por orden de su obispo, fue enviado Roma para estudiar las lenguas orientales: sirio, arameo, copto, árabe, hebreo y griego.

El P. Jordán creía que Dios lo estaba llamando a fundar una nueva obra apostólica en la Iglesia. Después de un viaje a Medio Oriente, buscó establecer una comunidad de religiosos y laicos en Roma dedicada a proclamar que Jesucristo es el único Salvador.

Fue así que el 8 de diciembre de 1881 fundó la Sociedad del Divino Salvador, que luego también contó con una rama femenina, la Congregación de las Hermanas del Divino Salvador y de la Comunidad Internacional del Divino Salvador.

En 1915, a causa de la Primera Guerra Mundial, los dirigentes de la Sociedad, junto con el Padre Jordán, se vieron obligados a trasladarse de Roma a la neutral Suiza.

Después de retirarse en 1915, el P. Jordán pasó sus últimos tres años de vida en Friburgo (Suiza). Falleció en un pequeño hospicio en Tafers cerca de Friburgo el 8 de septiembre de 1918 y fue enterrado en la iglesia parroquial local. En 1956 sus restos mortales fueron trasladados a la Casa Madre de la Sociedad en Roma. 

El proceso de la causa de beatificación del sacerdote alemán se inició en 1942. En 2011, el Papa Benedicto XVI reconoció sus virtudes heroicas, declarándolo Venerable. El 19 de junio de 2020, el Papa Francisco aprobó su beatificación tras reconocer un milagro atribuido a su intercesión.

En 2014, dos miembros laicos de los Salvatorianos en Jundiaí (Brasil), rezaron para que el P. Jordán intercediera por su bebé que estaba por nacer y que padecía una enfermedad ósea incurable conocida como displasia esquelética.

El niño nació sano el 8 de septiembre de 2014, fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María y aniversario de la muerte del P. Jordán. Esta familia asistió a la ceremonia de beatificación en Roma.

Puede leer más información sobre los Salvatorianos AQUÍ. 

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