"Cuando alguien levanta una duda sobre lo problemático de estas familias modernas, es inmediatamente atacado"En resumen, son investigaciones que toman en consideración aspectos muy parciales. Exacto. Esta tipología de investigaciones da algunos resultados, pero tiene también sus límites y no puede ser considerada como científica en sí misma. El punto está precisamente aquí: cuando alguien levanta una duda sobre lo problemático de estas familias modernas, es inmediatamente atacado. En su contribución a la revista usted ha puesto en evidencia la importancia de la generatividad y de su diferencia con la educación. Sí, hay diferencia entre los aspectos educativos, que son especie-específicos en el sentido de que la especie humana se distingue porque es capaz de educar, y los aspectos generativos, que en cambio son una especificidad de las relaciones familiares. La generatividad está necesariamente vinculada a la diferencia sexual: por consiguiente, la homologación de los sexos constituye un problema. La generatividad, de hecho, nos dice muchísimo de la relación entre las generaciones y sería reducirla en extremo considerarla sólo como relación progenitor-hijo, porque el vínculo familiar incluye también los nombres, los orígenes, la relación con quien ya no está, etc. El vacío de los orígenes, la eliminación del vínculo, lo complica todo. Hemos llegado hasta este punto a causa, también, de la fecundación artificial, que apoya una ideología que pretende afirmar la irrelevancia de la naturaleza humana. Este tipo de intervenciones, como en el caso de la maternidad subrogada, no cuestan menos de 150.000/200.000 dólares. Los fertility centers, muy presentes también en Europa y no sólo en los Estados Unidos, son centros de negocios. Así, se han creado nuevas formas familiares que se basan sobre una fecundación extracorpórea dominada por la técnica. Se ha dado un salto que no es indoloro. Saber del esperma y de los óvulos congelados, saber que desde el punto de vista netamente biológico puedes tener decenas y decenas de hermanos (de hecho, hay sitios internet en los que las personas se buscan), el hecho de tener una-dos madres biológicas y una denominada madre social, la presencia o menos de figuras masculinas y el anonimato o menos del donante son todas preguntas que tienen que ver con las consecuencias sobre los hijos. Es imposible, por lo tanto, no plantearse preguntas a nivel antropológico y psíquico. Por lo tanto, no tiene nada que ver con un prejuicio o un estigma. También el tema recurrente de la donación tiene que ser reconsiderado con atención. No es lo mismo que donar sangre u órganos.
"Las investigaciones sobre las familias modernas se han centrado sólo en la adaptación y son un intento sutil de anular lo familiar como dimensión crucial de lo humano"¿Son preguntas que la investigación dominante ya no se plantea? Es como si más de 50 años de estudios sobre el valor de la diferencia sexual, la generatividad, la relación padre-madre-hijo, hubieran sido literalmente silenciados, expulsados de la investigación de la homologación (ninguna diferencia). Las investigaciones sobre las familias modernas se han centrado sólo en la adaptación y son un intento sutil de anular lo familiar como dimensión crucial de lo humano. Para algunos compañeros investigadores ya no importan, de hecho, la estructura y la organización, sino sólo la calidad de la relación, si tienes más o menos "amor". Ahora bien, ellos llaman "organización" sólo a la raza, al estatus socio-económico, y no tienen la idea antropológica de los vínculos. Todos estos son temas que el Centro para la Familia de la Universidad Católica afrontará en un Cuaderno que se publicará en breve, con un comentario de Eugenia Scabini y mío. ¿Por qué se niega de manera tan obstinada la importancia de los vínculos y de los orígenes para el bienestar de los niños? Fundamentalmente, la idea es ir más allá, hacer cosas que hasta hace poco tiempo eran impensables: por lo tanto, es realmente un desafío al límite, a la búsqueda de una denominada normalidad. Pero si se supera el límite natural, ¿se podrá encontrar la normalidad? Buena, ésta es precisamente la pregunta. Nosotros conocemos el tema de la hybris [concepto que se puede traducir como "desmesura", un intento de transgresión de los límites impuestos, NdT], los griegos nos lo enseñaron. Hay riesgos. Yo creo que una buena investigación científica debe tenerlo en cuenta.
"Es como si la psicología se hubiera alineado, renunciando prácticamente a 50 años de investigaciones psico-sociales y clínicas sobre las relaciones familiares"Usted tiene más de cuarenta años de experiencia a sus espaldas y no ha permitido que condicionaran su libertad investigativa. ¿Cree que para sus compañeros de profesión más jóvenes y, en general, para las futuras generaciones, a la luz del eco que tienen los temas de la homoparentalidad será más difícil no estar condicionados? Desde luego. Como decía antes, es como si la psicología se hubiera alineado, renunciando prácticamente a 50 años de investigaciones psico-sociales y clínicas sobre las relaciones familiares. El mundo siempre ha sufrido presiones y ha tenido lobbies, que normalmente llevan al conformismo, que es el camino más fácil: les toca a los jóvenes tomarse su responsabilidad en el respeto de la diferencia. Traducción de Helena Faccia Serrano (diócesis de Alcalá de Henares).
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