Preocupa al Papa machismo en la sociedad

Preocupa

mentalidad machista:

Papa Francisco

Redacción Arquimedios

El Papa Francisco expresó su preocupación a que persista cierta “mentalidad machista” aún en las sociedades más avanzadas.
En el prólogo del libro “Diez cosas que el Papa Francisco propone a las mujeres” escrito por María Teresa Compte Grau, Doctora en Ciencias Políticas y Sociología, y Maestra en Doctrina Social de la Iglesia, señala:
“Me preocupa que siga persistiendo cierta mentalidad machista, incluso en las sociedades más avanzadas, en las que se consuman actos de violencia contra la mujer, convirtiéndola en objeto de maltrato, de trata y de lucro, así como de explotación en la publicidad y en la industria del consumo y de la diversión”.
Los señalamientos del Papa coinciden con la publicación del suplemento ‘Mujeres Iglesia Mundo’ del diario vaticano L’Osservatore Romano, que en su edición de marzo advierte que “Dentro de la Iglesia, las mujeres son explotadas”.
La publicación sostiene que muchas religiosas trabajan como cocineras, limpian o solamente se dedican a servir la mesa a cardenales, obispos y sacerdotes.
“Algunas sirven en casas de obispos o cardenales, otras en las cocinas de instituciones eclesiásticas o enseñan. Algunas, como sirvientas de los hombres de la iglesia, se levantan por la mañana a preparar el desayuno y se van a dormir después de servir la cena, asear la casa y lavar y planchar la ropa”, subraya el artículo, que cita a la ‘hermana María’ quien describe cómo las religiosas sirven, pero “rara vez son invitadas a sentarse en las mesas que sirven”.
Otra religiosa indicó que conocía a unas hermanas que tenían doctorados en campos como teología y que, sin ninguna explicación, habían recibido órdenes de realizar tareas domésticas u otras labores que “no guardaban relación con su formación intelectual”.

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Las experiencias de esas monjas, dice el artículo, podrían transformarse “en una mayor riqueza para toda la Iglesia”.
En el libro “Diez cosas que el Papa Francisco propone a las mujeres”, publicado el 7 de marzo en la Fundación Pablo VI en Madrid, Su Santidad, indica su preocupación por el papel que en ocasiones se le conferido a la mujer dentro de la Iglesia.
“Me preocupa igualmente que en la propia Iglesia, el papel de servicio al que todo cristiano está llamado se deslice, en el caso de la mujer, algunas veces, hacia papeles más bien de servidumbre que de verdadero servicio”.

Mujer, pilar de la Iglesia
En este marco, la Asamblea Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) tuvo lugar del 6 al 9 de marzo y  llevó por título “La mujer, un pilar en la construcción de la Iglesia y de la sociedad en América Latina”.
Su celebración coincidió con el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) y fueron invitadas personalidades femeninas y 40 mujeres que trabajan en la Santa Sede –son más 700- con quienes el Papa se reunió en una cena homenaje.
Durante la Asamblea Plenaria hubo cuatro conferencias magistrales, correspondientes a la profesora Ana María Bidegain; el Prof. Guzmán Carriquirly; el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal, José Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del Cardenal Marc Ouellet, presidente de la CAL.
La Comisión Pontificia para América Latina fue creada por el Papa Pío XII el 21 de abril de 1958, bajo la tutela de la Congregación para los Obispos, para estudiar la problemática de la vida católica, la defensa de la fe y la difusión de la doctrina en la región, así como para impulsar a distintas instituciones eclesiales que tienen su vida y misión en América Latina.

Mujeres que han orientado al Pueblo de Dios

1. La Virgen María
“Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía” (Jn. 2,4), dijo Jesús a su Madre en las Bodas de Caná, en un matrimonio al que ambos habían sido invitados. Cristo escucha a su madre, la primera mujer que acoge al Señor y motiva el primer milagro conocido de la vida pública de Jesús.

2. Santa Hildegarda de Bingen
Durante la Edad Media, la Iglesia no era perseguida, pero se vivía una cultura machista que no  impedió a Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179), religiosa benedictina de origen alemán, escribir obras teológicas y de moral con notable profundidad. Fue declarada Doctora de la Iglesia por Benedicto XVI en el año 2012, junto a San Juan de Ávila.

3. Santa Catalina de Siena
Otra mística y Doctora de la Iglesia es Santa Catalina de Siena (1347-1380), que vistió el hábito de la tercera orden de Santo Domingo. En esta época los Papas vivían en Avignon (Francia) y los romanos se quejaban de haber sido abandonados por sus obispos, amenazando con el cisma.
Gregorio XI hizo un voto secreto a Dios de regresar a Roma y al consultarle a Santa Catalina, ella le dijo: “cumpla con su promesa hecha a Dios”. El Pontífice, sorprendido porque no había dicho del voto a nadie, cumplió y volvió a la Ciudad Eterna.
Posteriormente, en el pontificado de Urbano VI, los cardenales se distanciaron del Papa por su temperamento y declararon nula su elección, designando a Clemente VII que fue a residir a Avignon. Santa Catalina escribió cartas a los cardenales alentándolos a reconocer al auténtico Pontífice.
La Santa también escribió a Urbano VI exhortándolo a llevar con temple y gozo los problemas, controlando el temperamento; el Papa siguió sus instrucciones. La Santa también escribió a los reyes de Francia y Hungría para que dejaran el cisma, toda una muestra de la defensa del papado.

4. Santa Teresa de Jesús
Con la aparición del protestantismo, la Iglesia se dividió y se llevó a cabo el Concilio de Trento. Estos son los años de Santa Teresa de Jesús (1515-1582), monja contemplativa que marcó a la Iglesia con su reforma carmelita.
A pesar de haber sido incomprendida, perseguida y hasta acusada en la Inquisición, su amor a Dios la impulsó a fundar nuevos conventos y a optar por una vida más austera, sin vanidades, ni lujos. Sumergida muchas veces en éxtasis, nunca dejó de ser realista.
Dialogaba con miembros de la realeza, personajes ilustres, miembros eclesiásticos y santos de su época para darles consejos, recibir ayuda, y llevar a cabo lo que se había propuesto. Se convirtió en escritora mística y es además Doctora de la Iglesia.

5. Santa Rosa de Lima
En Perú, Santa Rosa de Lima (1586-1617) tomó a Santa Catalina de Siena por modelo e hizo caso omiso a quienes la pretendían por su gran belleza, para poder vivir en virginidad sirviendo a los pobres y enfermos.
“Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones”, dijo el Papa Inocencio IX al referirse a la primera Santa de América.
San Juan Pablo II dijo de ella que su vida sencilla y austera era “testimonio elocuente del papel decisivo que la mujer ha tenido y sigue teniendo en el anuncio del Evangelio”.

6. Santa Teresita de Lisieux
Del amor de los esposos franceses Louis Martin y Zelie Guerin, canonizados en octubre de 2015, nació Santa Teresita de Lisieux (1873-1897), Doctora de la Iglesia y Patrona universal de las misiones.
Vivió solo 24 años, y un año después de su muerte, a partir de sus escritos, se publicó el libro “Historia de un alma”, que conquistó al mundo dando a conocer lo mucho que había amado esta religiosa a Jesús.
“Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz es la más joven de los ‘Doctores de la Iglesia’, pero su ardiente itinerario espiritual manifiesta tal madurez, y las intuiciones de fe expresadas en sus escritos son tan vastas y profundas, que le merecen un lugar entre los grandes maestros del espíritu”, dijo San Juan Pablo II sobre esta Santa.

7. Santa Edith Stein
Durante la persecución nazi en el siglo XX, surgió en Europa otra gran mujer, convertida del judaísmo, religiosa carmelita descalza y mártir, Santa Edith Stein o también conocida como Santa Teresa Benedicta de la Cruz (1891-1942).
Junto con otros judíos conversos, fue llevada al campo de concentración de Westerbork en venganza de las autoridades, por el comunicado de protesta de los obispos católicos de los Países Bajos contra las deportaciones de los judíos.
Santa Edith luego fue trasladada a Auschwitz, donde murió en las cámaras de gas junto a su hermana Rosa, también convertida al catolicismo, y muchos otros de su pueblo.
San Juan Pablo II diría de ella: “una hija de Israel, que durante la persecución de los nazis ha permanecido, como católica, unida con fe y amor al Señor Crucificado, Jesucristo, y, como judía, a su pueblo”.
8. Santa Teresa de Calcuta
En esta lista de grandes mujeres que cambiaron el mundo y la historia, recordamos a Santa Teresa de Calcuta (1910-1997). Su testimonio de servir a Cristo en los “más pobres entre los pobres” enseñó que la mayor pobreza no estaba en los arrabales de Calcuta, sino en los países “ricos” cuando falta el amor o en las sociedades que permiten el aborto.
“Para poder amar hay que tener un corazón puro y rezar. El fruto de la oración es la profundización en la fe. El fruto de la fe es el amor. Y el fruto del amor es el servicio al prójimo. Esto nos trae la paz””, decía la también ganadora del Premio Nobel de la Paz de 1979.

En su canonización en octubre de 2016, el Papa Francisco dijo: “Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada. Se ha comprometido en la defensa de la vida proclamando incesantemente que ‘el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre’”.

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“La mujer fuerte ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas. En ella confía el corazón de su marido y no carece de ganancia”
Proverbios 31, 10.

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