En su reflexión al mediodía de este 4 de noviembre ante miles de fieles
presentes en la Plaza de San Pedro antes del rezo del Ángelus, el Papa
Francisco explicó cómo se ama a Dios y al prójimo, un mandato de Cristo
que caracteriza a los discípulos del Señor. “Sería ilusorio pretender
amar al prójimo sin amar a Dios y sería también ilusorio pretender amar a
Dios sin amar al prójimo. Las dos dimensiones (…) caracterizan al
discípulo de Cristo” y “son inseparables. De hecho, se sostienen una a
la otra”, dijo el Papa desde una de las ventanas del Palacio Apostólico
en un lluvioso domingo romano.

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