El país africano atraviesa un período de turbulencias políticas ante la negativa del actual mandatario, Joseph Kabila, a abandonar el cargo el próximo 19 de diciembre, a pesar de que así lo establece la Constitución.
La negativa del Ejecutivo a facilitar la formación de un nuevo gobierno mediante la convocatoria de elecciones podría desatar una espiral de violencia de imprevisibles consecuencias, que incluso amenaza con extenderse a otros países de la región.
A la negativa del presidente Kabila de abandonar el poder se le suma el incremento de la represión contra líderes opositores, contra defensores de derechos humanos y civiles que han mostrado su rechazo a la deriva autoritaria de la República Democrática del Congo.
La Iglesia Católica se está esforzando en encontrar una solución al conflicto y trata de resolver la situación favoreciendo el diálogo y la negociación entre gobierno y oposición.
El 19 de diciembre, fecha en que expira el mandato constitucional del actual gobierno, los opositores han convocado movilizaciones por todo el país para forzar la dimisión de Kabila. Al mismo tiempo, diversos grupos armados, con fuerte presencia en las regiones orientales del país, han advertido que a partir del 19 de diciembre las fuerzas armadas y policiales habrán perdido su legitimidad. Esta declaración hace temer que a partir del lunes se desate una ola de acciones violentas que puedan derivar en un enfrentamiento civil.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 18 de diciembre de 2016

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