En una entrevista concedida a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), Mons. Désinord, dijo que el clero se pregunta actualmente: “¿Quién será el siguiente? Yo o un hermano”.
“Los sacerdotes y los religiosos corren realmente peligro de desarrollar una psicosis. Vivimos con un miedo constante”, aseguró.
El obispo también comentó que los casos de sacerdotes y religiosos secuestrados han aumentado recientemente.
“El año pasado fueron secuestrados un sacerdote y una religiosa. Afortunadamente, ambos fueron liberados. Desgraciadamente, no hay una solución rápida al problema de los secuestros. La Iglesia solo puede apelar a los líderes políticos para que garanticen la ley y el orden”, dijo el Prelado durante en la entrevista.
Mons. Désinord cree que la ola de secuestros se enmarca en la delincuencia generalizada en Haití, ya que a través del crimen “es fácil hacer dinero con secuestros”. No obstante, tampoco descartó que los secuestros tengan un trasfondo político.
“La Iglesia haitiana tiene una misión profética, y debe denunciar la terrible situación. Por lo tanto, es posible que sea una espina para algunos políticos, pero no se puede saber a ciencia cierta. Todo el mundo sabe, sin embargo, que nuestros políticos se sirven de las bandas criminales para controlar determinadas zonas, y que los límites entre el crimen organizado y la política son difusas”, advirtió el obispo.
En otro momento, se mostró agradecido con el Papa Francisco, quien en el Domingo de Pascua se refirió a la inseguridad en la isla y expresó cercanía.
“Eso nos ha conmovido profundamente. Nos sorprendió sinceramente que el Santo Padre nos dedicara tanto tiempo durante su bendición Urbi et Orbi y que mencionara a Haití con tanto detalle. Nos anima saber que el Papa está tan cerca de nuestro pueblo”, dijo Mons. Désinord .
El Prelado también aprovechó para dirigirse a los benefactores de ACN para que sigan acompañando a Haití.
“Les damos las gracias por su cercanía y generosidad. ACN permanece firmemente a nuestro lado en estos difíciles momentos. Por favor, sigan su trabajo, y sigan haciéndonos partícipes así de su solidaridad cristiana”, añadió.
El domingo 11 de abril cinco sacerdotes, dos religiosas y tres familiares de un sacerdote fueron secuestrados en la localidad de Croix-des-Bouquets, cerca de Puerto Príncipe.
En Haití, el país más pobre de América, la seguridad se ha deteriorado en los últimos años, y la delincuencia ha aumentado. Además, existen tensiones políticas entre el Gobierno y la oposición, a raíz de las cuales, en febrero, los obispos católicos del país advirtieron del peligro de una “explosión social”.
ACN lleva años apoyando a la Iglesia necesitada en Haití en su misión pastoral y humanitaria. Tan solo en 2020, la fundación pontificia financió más de 30 proyectos con más de 550.000 euros (659 mil dólares aproximadamente).
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