Durante la apertura del Centro Islámico, Mons. Munilla apuntó que el verdadero encuentro no requiere compartir una misma visión de la vida, sino que, “muy al contrario, supone la fidelidad a la propia identidad cultural y religiosa, desde la que estamos llamados a colaborar en la promoción de la justicia social, los bienes morales, la paz y la libertad para todos los hombres”.
Por eso el Prelado recordó también los “lazos de hermandad” que unen a las comunidades cristiana y musulmana, expresados en la declaración “Nostra Aetate”, en donde se apuntaba que “la Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes que adoran al único Dios”.
El Obispo de San Sebastián manifestó su apoyo “para que las familias musulmanas puedan disponer, entre nosotros, de los medios necesarios para educar a sus hijos según sus convicciones religiosas” según la Constitución española.
Además precisó que el “testimonio de fidelidad a la fe y a vuestras raíces culturales, es muy valioso para los cristianos que hoy son tentados por la secularización y el relativismo”.
Mons. Munilla también pidió a la comunidad islámica de Guipúzcoa su ayuda para “reivindicar ante los gobiernos de los países islámicos, la libertad religiosa para los cristianos de aquellos lugares que están padeciendo situaciones de persecución, a veces incluso de forma dramática”.
El Obispo de San Sebastián agradeció a la comunidad musulmana la invitación a la apertura de su Centro porque “cristianos y musulmanes, nos sabemos herederos de la bendición que Yavhé dirigió a través de Abraham a todos los pueblos de la Tierra”.
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