Seguir a Jesús significa tomar la propia cruz para acompañarlo en su
camino, un camino incómodo que no es el del éxito o de la gloria
terrena, sino el que conduce a la verdadera libertad, la libertad del
egoísmo y del pecado. Así lo expresó el Papa Francisco durante el
Ángelus del domingo 13 de septiembre.
Publicar un comentario