En Chile, la pandemia del coronavirus ha obligado al gobierno del presidente Sebastián Piñera a decretar “estado de excepción”, que otorga facultades extraordinarias para restringir la libertad de reunión, de desplazamiento, incluso el derecho a la propiedad.
De acuerdo a la gravedad epidemiológica del país, las etapas de “cuarentena”, “transición”, “preparación” y “apertura inicial” descritas en el “Plan Paso a Paso” determinan las restricciones y libertades de los ciudadanos en cada comuna.
En la fase de cuarentena, el culto religioso presencial está completamente restringido. Mientras que en la etapa de transición, las Misas pueden realizarse de lunes a viernes con un aforo máximo de 10 personas en espacios cerrados.
En la fase de preparación y de apertura inicial el número de fieles puede ir de 25 a 75 personas o más, de acuerdo a la capacidad de la iglesia y otros factores sanitarios.
En febrero, durante una cuarentena, el católico Diego Vargas Castillo interpuso un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Arica, al señalar que las medidas de la autoridad sanitaria afectaban su derecho al libre ejercicio del culto.
Vargas Castillo fue representado por la Corporación Comunidad y Justicia.
El 8 de marzo la Corte de Apelaciones de Arica falló en contra de la acción. Ante ello, Comunidad y Justicia interpuso un recurso de apelación que fue acogido por la Tercera Sala de la Corte Suprema, organismo con alcance nacional.
La resolución de la Tercera Sala de la Corte Suprema precisó que a Vargas “le asiste el derecho fundamental que le posibilita concurrir al culto dominical presencial, debiendo la autoridad respectiva establecer un sistema de permisos para tal fin, que le permita desplazarse con este objeto”.
Durante la celebración de la “ceremonia religiosa” deben “cumplirse los aforos máximos determinados por la autoridad con motivaciones sanitarias, considerando los espacios abiertos o cerrados en que se lleven a efecto y de acuerdo a las fases o etapas del plan generado a estos efectos", sentenció.
“La libertad de conciencia y en especial la libertad religiosa tienen un carácter absoluto y no pueden ser afectadas de ninguna manera por el Estado, pero que ante circunstancias como las actuales es posible que pueda ser objeto de restricciones en su manifestación pública”.
El director ejecutivo de Comunidad y Justicia, Álvaro Ferrer, manifestó a ACI Prensa que es “un fallo inédito. No existía en la jurisprudencia nacional una aproximación así de contundente al derecho de la libertad religiosa”.
“Ahora se le da un tratamiento específico y hay un reconocimiento a la Eucaristía y a la posibilidad de recibir la Eucaristía (comunión) como una actividad esencial”, reiteró Ferrer.
En el recurso de protección se manifestó que la “prohibición” de la Misa presencial, durante cuarentena o en cualquier circunstancia, es “ilegal y arbitraria”.
“No pedimos que no se pueda regular, incluso que se pueda restringir el ejercicio del culto, porque entendemos las circunstancias que estamos viviendo”, dijo Ferrer.
“Pero la prohibición de la Misa para los católicos” es “contraria a la Constitución y los tratados internacionales suscritos por Chile”.
“Hay derechos fundamentales que no pueden suspenderse ni aun en estado de excepción constitucional y dentro de esos derechos fundamentales está la libertad de culto y la libertad religiosa”, aseguró Ferrer.
Con la resolución, la Tercera Sala de la Corte Suprema “reconoce la existencia de ese derecho” y “no distingue la fase sanitaria para su aplicación”, sino que “ordena que se dispongan los permisos necesarios cumpliendo los resguardos sanitarios y aforos que correspondan”, explicó el abogado.
En adelante Comunidad y Justicia hará seguimiento al tema “para el cumplimiento del fallo de la mejor manera y lo antes posible”, afirmó Ferrer.
En ese sentido, las autoridades sanitarias tendrían que revisar las normativas de prevención y, por su parte, la Iglesia en Chile tendría que proponer alternativas para la concreción de las celebraciones.
Ferrer destacó que es fundamental la comprensión de este derecho “pues las autoridades lo han igualado al derecho de reunión, al derecho a movilización, a ejercer actividades económicas, todos derechos muy importantes, pero la libertad religiosa y de culto compromete por completo toda la existencia de la persona”, precisó.
Ferrer dijo que la resolución “es un precedente importante incluso para la discusión constitucional que se viene por delante”, en referencia al proceso de redacción de una nueva Constitución para Chile.
El vocero de la Arquidiócesis de Santiago, P. Andrés Moro, manifestó en un videomensaje este 30 de marzo, que están atentos “para ver cómo se aplica concretamente las disposiciones sanitarias del ministerio de Salud”.
Además, alentó a los fieles a vivir Semana Santa en “profundidad respeto y recogimiento, pero cuidándonos, cada uno y cada una en nuestras casas viviendo la fe que se mantiene abierta, viva y como un servicio a la patria”.
“El cuidado y la vivencia de nuestra fe son dos elementos que no se contradicen sino que se complementan”, sostuvo el P. Moro.
Otros recursos de protecciónComunidad y Justicia sigue a la espera de los fallos de otros 15 recursos de protección interpuestos en representación de fieles católicos en las cortes de apelaciones de Copiapó, Valparaíso, Santiago, San Miguel, Rancagua, Talca, Concepción, Temuco, Valdivia y Puerto Montt.
Por lo anterior, “confiamos y esperamos que el criterio de la Corte Suprema se aplique también en las demás causas”, manifestó Ferrer.
Situación del coronavirus en ChileEn los últimos días, el país sureño enfrenta un nuevo brote de contagios por coronavirus que sobrepasan los siete mil casos diarios.
La situación ha obligado a las autoridades sanitarias a determinar cuarentenas para más del 80% de la población.
En ese contexto, gran parte de los fieles vivirán Semana Santa desde sus casas y seguirán las transmisiones online preparadas por las parroquias y las diócesis.
Lea el fallo completo AQUÍ.
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