Durante la homilía, Mons. Munilla ha alertado sobre la falta de ideales en una sociedad secularizada, marcada por el relativismo, el materialismo y el capitalismo y en la que la libertad individual, entendida como la propia elección del sujeto ha sustituido todo criterio moral.
Ante esto, el obispo ha animado a seguir el ejemolo de San Ignacio y buscar el verdadero sentido de nuestra vidas en la unión con Dios.
"Los santos no son sino señales en el camino para ayudarnos a mirar más lejos y alcanzar la meta de nuestra vida, qeu es la unión con Dios", ha dicho el Prelado.
En ese sentido ha añadido que "el reto de la Iglesia en nuestros días es doble: por una parte, y de forma prioritaria debe anunciar que la felicidad dle hombre solo será alcanzada cuando este entregue su libertad al autor de la vida, es decir a Dios".
Además también ha afirmado que "es necesario hacer un juicio crítico de las bases sobre las que se sustenta nuestra cultura materialista y capitalista".
Mons. Munilla ha subrayado que "el nuevo dogma de nuesrtos días es que no hay verdades universales, sino tantas verdades como individuos, el único idela absoluto de esta cultura es la libertad", por eso ha explicado que "mientras que el cristianismo afirma que es la verdad la que nos hace libres, el relativismo piensa que el único criterio moral es la propia elección del sujeto".
El Obispo de San Sebastián ha criticado que el llamado "derecho a decidir" imperante en nuestrs sociedad se erije como la única verdad universal y objetiva y que el endiosamiento de la propia libertad ha sustituido la carencia de ideales objetivos.
Dwe esta menra, el Prelado ha recordado las palabras que San Ignacio dijo a San Francisco Javier: "¿De uqé te sirve ganar el mundo si pierdes tu vida?", y ha preguntado a su vez: "¿De qué te sirve una libertad que te conduce al abismo?".
En la celebración de San Ignacio de Loyola, Mons. Munilla ha animado a "realizar la experiencai ignaciana y hacer los "ejercicios espirituales de San Ignacio" que comienzan preguntándose sobre el "principio y fundamento" de nuestra vida para concluir en la "contemplación para alcanzar el amor".
En la Misa también estuvieron presentes autoridades del gobierno encabezadas por el Lehendakari Iñigo Urkullu y las consejeras de Educación y desarrollo del gobierno vasco.
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