No, no pienso dedicarme al periodismo taurino. No tengo intención de hablar de la ganadería de toros de lidia más famosa de España. Para eso tendríamos a uno de nuestros sacerdotes infocatólicos, que sabe un rato del tema.
Este post trata sobre otro Victorino, que se apellida Pérez Prieto. Es un sacerdote que un día decidió colgar los hábitos -es un decir- para casarse por lo civil. Como él han habido muchos otros, así que eso en sí mismo no tiene nada de particular, pero lo cierto es que, a día de hoy, no sabemos si la Iglesia le ha concedido alguna dispensa, si está suspendido a divinis, reducido al estado laical, etc. Hace años fue protagonista de alguna noticia en InfoCatólica, que, de ser cierta, indicaba que no había comprendido del todo algo tan simple como que un sacerdote que se ha retirado del sacerdocio no puede celebrar misa. Luego se dio una serie de desmentidos y aclaraciones, que no tengo muy claro que sirvieran para saber lo que de verdad ocurrió.
El caso es que hace unos meses don Victorino publicó un libro sobre diálogo inter-religioso. Para que nos hagamos idea de cuál es su contenido baste saber que ha sido reseñado y recomendado por Redes Cristianas. Que es algo así como si yo escribo un libro sobre política y me lo presenta Pablo Iglesias, líder de Podemos. De hecho, el prólogo corresponde al jesuita Javier Melloni, quien como recordaba el P. Jorge González en uno de sus posts, “lo mismo imparte conferencias en una escuela de kundalini yoga, que es citado por la página de cristianos gays, o imparte ejercicios en régimen de meditación, silencio, mantras y dieta vegetariana“.
Que el ciudadano Pérez Prieto escriba libros sobre religión o sobre botánica es algo que, sinceramente, me importa más bien poco. Ahora bien, cuando le llevan a Colombia para promocionar su obra en varias universidades católicas con el apoyo institucional de la Conferencia Episcopal Colombiana la cosa cambia. Francisco José Fernández de la Cigoña escribió sobre el asunto, pero lo que parecía una intervención puntual resulta que se ha convertido en una auténtica gira triunfal. Helo aquí:
Universidad de San Buenaventura de Bogotá, Curso organizado por el Observatorio para la Diversidad Religiosa y Cultural de América Latina y el Caribe (ODREC)
“El diálogo interreligioso en el siglo XXI: oportunidades y desafíos". Dr. Victorino Pérez Prieto.2-5 Septiembre Curso intensivo sobre perspectivas actuales de la Trinidad en la Universidad Javeriana de Bogotá con este programa:
“Nuevas formulaciones del dogma trinitario” . Dr. Victorino Pérez Prieto.1-6 Septiembre, Ciclo de conferencias Dr.Victorino Pérez Prieto:
Lunes 1 septiembre Encuentro interreligioso, Universidad Bolivariana de Medellin.Martes 2, Universidad Javeriana de Bogotá Conferencia: “Soteriología en perspectiva teoantropocósmica”
Miércoles 3, Evento con representantes de las tres religiones abrahámicas: “El Papel de las religiones ante los procesos de paz”. Centro de Investigaciones Sociales (CINEP) de Bogotá.
Sábado 6, Encuentro con el grupo de los franciscanos “Justicia, Paz e Integridad de la Creación".
Como ven ustedes, la Iglesia en Colombia abre las puertas de par en paz a este insigne autor para que derroche de su sabiduría inter-religiosa. ¿Y en qué consiste dicha sabiduría? Pues miren, aquí tienen su opinión sobre el documento magisterial Dominus Iesus (negritas mías):
Tristemente, era éste un texto que parecía ir en la dirección contraria del rumbo ecuménico de la Iglesia, marcado por el Vaticano II, que abría un camino claro e ilusionante para el diálogo interreligioso; el cardenal prefecto llegaba a hablar en el documento de la “falsa tolerancia religiosa” y de que “la Iglesia de Cristo subsiste únicamente en la Iglesia Católica”, por lo que solo ella puede ofrecer la vía de salvación “única, completa y universal” (nº 16); las diversas Iglesias y confesiones protestantes “no pueden ser consideradas verdaderas iglesias” (nº 17). Con razón, el texto fue duramente criticado dentro y fuera de la Iglesia católica; particularmente, mostró su malestar el Consejo Ecuménico de las Iglesias con estas sabias palabras: “Qué tragedia si el testimonio del cristianismo frente a un mundo torturado quedase oscurecido por las proclamas de las distintas iglesias sobre su autoridad y estatus, por importantes que sean”.
¿En serio que los obispos y las órdenes religiosas colombianas no tienen otra cosa mejor que hacer que invitar a propagar sus ideas a alguien que se manifiesta de esa manera contra la doctrina católica acerca de la relación entre el catolicismo y el resto de religiones?
Luego hay quien dice que la Iglesia está en un periodo invernal. ¿Cómo no lo va a estar con actuaciones de esta naturaleza?
Luis Fernando Pérez Bustamante
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