En su columna “Our mission is bigger than politics”, el también presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) aseguró que “más allá de esta elección, nuestra misión como Iglesia y nuestro deber como católicos sigue siendo más grande que la política”.
“Estamos aquí para servir a Dios y dar testimonio de la resurrección de Jesucristo y la venida de su Reino. Lo hacemos primero viviendo fielmente como Jesús nos enseña a vivir, incluso cuando sus mandamientos y prioridades para nuestras vidas no son populares o se oponen a nuestra cultura y sociedad”, dijo el Prelado.
Mons. Gomez resaltó lo “inquietante” que es ver la “indiferencia hacia la religión en la vida pública estadounidense y la marginación de los creyentes religiosos”, a pesar de que “Estados Unidos se construyó sobre la base de las verdades religiosas básicas sobre la persona humana”.
“Nuestros fundadores insistieron en que la democracia no se puede mantener sin la religión y las virtudes y valores que aporta la religión, especialmente las virtudes de la disciplina personal y los valores de la familia y la comunidad”, explicó.
También pidió recordar que “los compromisos fundacionales de este país con la igualdad y los derechos humanos no tienen ningún fundamento aparte de la creencia en un Creador que otorga a hombres y mujeres derechos inalienables”.
Mons. Gomez explicó que la sociedad actual, que nos dice que “nuestra única obligación es perseguir nuestros propios deseos”, representa una “visión egoísta de la persona humana, que conduce a la indiferencia hacia las necesidades de los demás”.
“No somos individuos aislados. Tenemos una necesidad básica de ser amados y cuidados y tenemos una necesidad básica de amar y cuidar a los demás. Estamos hechos para pertenecer y estar en relaciones, con otras personas, con el mundo en el que vivimos y con nuestro Creador”, recordó el Prelado.
En ese sentido dijo que “nuestro Creador nos ha revelado que es un Padre, que nos hizo a su imagen y semejanza, que nos dio no solo nuestros cuerpos, sino también nuestras almas”. “Y nuestro Creador nos hace a cada uno de nosotros por una razón. Él tiene un plan, un destino amoroso para cada una de nuestras vidas”.
El Arzobispo de los Ángeles dijo que los católicos están viviendo un tiempo en el que deben luchar por “fortalecer nuestras parroquias, escuelas, familias y comunidades”, y que “necesitamos orar juntos, leer la Biblia juntos, encontrar nuevas formas de reunirnos y apoyarnos mutuamente para vivir nuestra fe”.
“Necesitamos ver nuestras vidas y nuestro mundo a la luz de la ‘historia’ cristiana, a la luz de los Evangelios y el Nuevo Testamento, a la luz del plan de amor continuo de Dios en la historia. Lo más importante de todo es que debemos ser deliberados y vigilantes para transmitir esta historia, nuestra forma de vida católica, a las generaciones más jóvenes”, explicó.
Finalmente, dijo que, “como católicos, necesitamos dar testimonio de lo que realmente significa la vida humana”.
“Lo hacemos sirviendo a nuestros vecinos con sacrificio y amor, cuidando a los ancianos y vulnerables, ayudando a las madres y sus hijos, ayudando a las parejas casadas y a las familias a crecer y prosperar”,
“Este proyecto es mucho más grande que la política. Pero para eso estamos aquí. Y si vivimos nuestra fe con corazones generosos y agradecidos, podemos renovar el alma de nuestra nación”, concluyó Mons. Gomez.
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