Según explicó Mons. Argüello, estas declaraciones “siguen causando confusión, algún alborozo y debate tanto entre católicos como no católicos de distintos países, también entre nosotros”.
El Prelado explicó que el Papa, tanto en declaraciones magisteriales como en otro tipo de comunicaciones “ha insistido en el matrimonio entre varón y mujer como único matrimonio y fundamento de la vida familiar, y nos anima a la acogida y acompañamiento de todas las personas en la verdad de su situación ofreciendo cercanía y ayuda fraterna”.
Por ello, el Obispo Auxiliar de Valladolid animó a considerar tres aspectos. El primero: “las posibilidades y límites de los medios de comunicación”. En este apartado, Mons. Argüello cita varios artículos de ACI Prensa en los que se explica que el cineasta ruso Evgeny Afineevsky, autor del documental “Francesco”, muestra unas declaraciones en las que supuestamente se ve y escucha al Papa apoyar “la familia homosexual” y una “ley de convivencia civil” (traducida al inglés por los realizadores del documental como “civil union law”, ley de unión civil) para personas homosexuales.
El documental utiliza diversas entrevistas anteriores. Para el pasaje de la polémica, usa parte de la realizada por la reconocida vaticanista mexicana Valentina Alazraki en mayo de 2019. Sin embargo, días después la cadena mexicana Televisa señaló que el Vaticano no le entregó ese extracto de las declaraciones del Papa.
En su carta, el Prelado destaca que “tras ver el documental -estrenado en inglés- periodistas de Catholic News Agency y Associated Press preguntaron a Afineevsky sobre el origen del vídeo en el que el Papa realiza las declaraciones sobre la ley de convivencia civil, el director aseguró que el Papa se lo dijo a él a través de un traductor, pero no quiso decir cuándo”.
Mons. Argüello explica que la entrevista utilizada de Televisa, ya previamente editada, fue “editada” de nuevo por el autor de "Francesco". En el documental, Afineevsky presenta al Papa Francisco diciendo: “Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia. Son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso. Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso”.
Sin embargo, el Obispo Auxiliar de Valladolid recuerda que “según la comparación de los vídeos que realiza Aciprensa, Afineevsky habría hecho una peculiar edición de las palabras del Papa. Esta es la respuesta completa del Pontífice y el cineasta utilizó en su edición solamente el texto en negritas:
“Me hicieron una pregunta en un vuelo, después me dio rabia, me dio rabia por cómo la transmitió un medio, sobre la integración familiar de las personas con orientación homosexual. Yo dije: las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, las personas que tienen una orientación homosexual tienen derecho a estar en la familia y los padres tienen derecho a reconocer ese hijo como homosexual, a esa hija como homosexual, no se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por eso.
Otra cosa es, dije, cuando se ven algunos signos en los chicos que están creciendo y ahí mandarlos -tenía que haber dicho profesional- me salió psiquiatra, quise decir un profesional porque a veces hay signos en la adolescencia o preadolescencia que no se saben si son de una tendencia homosexual o es que la glándula timo no se atrofió a tiempo, vaya a saber, mil cosas. Entonces, un profesional. Título de ese diario: “el Papa manda a los homosexuales al psiquiatra”. No es verdad.
Me hicieron esa misma pregunta otra vez y yo la repetí: son hijos de Dios, tienen derecho a una familia y tal, otra cosa es, y expliqué, me equivoqué en aquella palabra pero quise decir esto cuando notan algo raro, oh es raro. No, no es raro. Algo que es fuera de lo común. O sea no tomar una palabrita para anular el contexto. Ahí lo que lo que dije es tiene derecho a una familia y eso no quiere decir aprobar los actos homosexuales”.
La parte final de su declaración: “Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí eso”, no había sido divulgada por Televisa y constituye la novedad de “Francesco”. La frase “convivencia civil” fue traducida por el equipo de Afineevsky como “unión civil”.
El Obispo Auxiliar de Valladolid también recuerda que “en las propias palabras del Papa se percibe la incomodidad en el contraste entre sus palabras y los titulares de los medios. Es la permanente tensión entre declaraciones completas, edición de las declaraciones y titular” y subraya que “se cumple una ley de los medios: ponen el foco en lo que parece más importante o llamativo, pero al poner el foco, desenfocan”.
El segundo aspecto que analiza Mons. Argüello son las “diversas formas de comunicarse el Papa: magisterio y palabras de un Papa”. Recordó que “el magisterio, que puede ser solemne u ordinario, expresa la autoridad y responsabilidad para enseñar sobre materias de fe y moral que el Señor Jesús confió al Papa y los obispos en comunión con él”.
Por eso asegura que “todas las intervenciones son 'palabra del Papa', con la relevancia que eso tiene en la Iglesia Católica y con la autoridad moral que le reconocen tantos no católicos”, pero subraya que “no todas constituyen Magisterio, menos aun los resúmenes y los titulares. En la comunidad católica hemos de aprender a distinguir los distintos 'géneros literarios' y las finalidades de cada uno de ellos”.
Y en tercer lugar explica “las diversas cuestiones referidas a los homosexuales, en donde destaca que el Papa “vuelve a ratificar la dignidad de todos los hijos de Dios”.
“El Papa afirma el derecho a la familia propia o de origen e indica que no se puede echar de esa familia a nadie por ser homosexual. No habla de una nueva familia basada en la relación de dos personas del mismo sexo”, asegura.
Y recuerda que el Papa “habla de una ley de 'convivencia civil' para dar cobertura legal. No emplea la expresión uniones civiles”.
En ese sentido el Obispo Auxiliar de Valladolid recuerda que “desde la llamada revolución sexual de los años 60, con la propuesta del 'amor libre', se inició el proceso de desinstitucionalización de la familia. Más tarde comienza a reclamarse que las relaciones 'libres, abiertas y diversas' no sufran discriminación con respecto a la llamada despectivamente 'familia tradicional'. Así empiezan a surgir diversas propuestas de regulación”.
Y explica que en el derecho comparado se utilizan figuras jurídicas para “dar cobertura legal” a las relaciones entre personas, como es el “matrimonio” que define como la unión entre hombre y mujer, capaz de engendrar y acoger la vida y que es una institución básica que desde haces siglos funda la vida de los pueblos.
El “matrimonio igualitario” está regulado hasta ahora en muy pocos países, entre ellos España, que equipara el matrimonio entre varón y mujer y el contraído por personas del mismo sexo. Mons. Argüello asegura que en éste “se denomina y se da la misma carta de naturaleza a realidades objetivamente diferentes”.
Mientras que en los debates surgidos en varios países en torno a su regulación han aparecido las propuestas de las “uniones civiles” que, según precisa, “en el camino de la 'desinstitucionalización' del matrimonio aparece esta figura jurídica, en principio pensada para relaciones análogas a la matrimonial, cuando las personas afectadas no quisieran o pudieran contraer matrimonio".
En las diversas regulaciones el panorama es amplio, desde la casi identificación con el matrimonio, debilitado en su peso institucional y disoluble fácilmente, hasta la regulación de solo algunos aspectos, sobre todo jurídico patrimoniales.
De esta manera, dijo, las “leyes de convivencia civil” servirían "para ofrecer derechos patrimoniales o de otro tipo, sobre todo de acceso a los servicios del Estado de bienestar, a personas que de manera estable conviven por diversas razones, no solo la afectiva asimilable a la conyugal".
Y el registro de “parejas de hecho”, existentes en algunas administraciones locales, surgen en parte al igual que las uniones y la cobertura legal de convivencia, para tratar de salir al paso de los efectos que produce la “desinstitucionalización”, señaló Mons. Argüello.
Porque según explica, aunque hay quienes dicen que para “vivir juntos” “no hacen falta papeles” en la vida cotidiana sí "surgen problemas y situaciones que reclaman una protección jurídica o la reclamación de no ser discriminados frente al matrimonio que, por otra parte, no se quiere contraer".
Mons. Argüello concluye que el Papa, tanto en declaraciones magisteriales como en otro tipo de comunicaciones, “ha insistido en el matrimonio entre varón y mujer como único matrimonio y fundamento de la vida familiar, y nos anima a la acogida y acompañamiento de todas las personas en la verdad de su situación ofreciendo cercanía y ayuda fraterna”.
“Las leyes de convivencia civil son propias de los Estados y deben ayudar a evitar discriminaciones, las que se dan en personas que conviven respecto a algunos derechos, pero sin llegar a discriminar, en la manera de regular la cobertura, a la institución matrimonial ya al devaluar su significado, ya por dejar de apoyarla de manera especial, pues resulta indispensable para la generación, acogida, crecimiento, educación y cuidados de la vida humana”, aseguró el Prelado.
Puede leer la carta íntegra AQUÍ.
Publicar un comentario