De acuerdo a la carta apostólica leída durante la ceremonia de beatificación, la memoria litúrgica del P. McGivney se celebrará el 13 de agosto de cada año “en aquellos lugares establecidos por la norma de la ley”.
En ese mismo documento, el Santo Padre destacó el fervor del fundador de los Caballeros de Colón "por la proclamación del Evangelio y generosa preocupación por las necesidades de sus hermanos y hermanas”, que “le hacen un testigo sobresaliente de la solidaridad cristiana y la ayuda fraternal”.
La ceremonia se realizó en la Catedral de San José en Hartford, Connecticut, (Estados Unidos), y fue presidida por el Cardenal Joseph William Cardinal Tobin, Arzobispo de Newark y representante del Papa Francisco para la ceremonia.
El milagro que permitió su beatificación fue la completa sanación de un niño con Síndrome de Down que padecía una enfermedad terminal. El Papa Francisco aprobó el milagro el 27 de mayo de este año.
El P. McGivney es el cuarto hombre nacido en los Estados Unidos en ser beatificado, junto a los beatos Stanley Rother, James Miller y Solanus Casey.
El P. McGivney fundó en 1882 a los Caballeros de Colón en New Haven, Connecticut. Inicialmente, la organización tenía la intención de ayudar a las viudas y sus familias. Sin embargo, se convirtió en una orden fraterna católica mundial, con más de dos millones de miembros que llevan a cabo obras de caridad y evangelización en todo el mundo. Los Caballeros también ofrecen pólizas de seguro de vida a sus miembros.
En 2018, los 16 mil consejos de los Caballeros de todo el mundo donaron más de 185 millones de dólares a organizaciones benéficas y dieron más de 76 millones de horas de servicio práctico en 2018, por un valor de más de 1.9 mil millones de dólares según una valoración del trabajo voluntario de Independent Sector. Su trabajo voluntario incluyó apoyo para las Olimpiadas Especiales, campañas de abrigo y campañas de alimentos para familias necesitadas.
Entre 2017 y 2018, los Caballeros recaudaron y entregaron 2 millones de dólares para la ciudad iraquí de Karamles. Asimismo, han ayudado a los sobrevivientes cristianos del genocidio cometido por el Estados Islámico (ISIS) en la ciudad a reasentarse en sus hogares y construir su futuro.
A principios de este año, en una audiencia concedida al caballero supremo Carl Anderson, el Papa Francisco elogió el “testimonio fiel particular de la santidad y dignidad de la vida humana, evidente tanto a nivel local como nacional”.
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