“Todo niño que se anuncia en el seno de una mujer es un don que cambia la historia de una familia: de un padre y una madre, de los abuelos y de los hermanos”, escribió el Santo Padre en su cuenta de Twitter.
“Y este niño necesita ser acogido, amado y cuidado. ¡Siempre! #WorldDownSyndromeDay”, agregó.
Todo niño que se anuncia en el seno de una mujer es un don que cambia la historia de una familia: de un padre y una madre, de los abuelos y de los hermanos. Y este niño necesita ser acogido, amado y cuidado. ¡Siempre! #WorldDownSyndromeDay
— Papa Francisco (@Pontifex_es) March 21, 2021No es la primera vez que el Santo Padre se pronuncia en este día. En 2018 dijo también en Twitter, que “nadie puede ser descartado, porque todos somos vulnerables. Cada uno de nosotros es un tesoro que Dios hace crecer a su manera”.
En 2011 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que el 21 de marzo se conmemore el Día Mundial del Síndrome de Down, para generar mayor conciencia pública a favor de las personas que tienen la alteración que triplica el cromosoma número 21.
La conmemoración también recuerda “la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades”.
Según la ONU, la incidencia estimada del síndrome de Down a nivel mundial se sitúa entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos.
Lamentablemente, en algunos países como Reino Unido, si se detecta o se sospecha durante el embarazo que el no nacido tiene síndrome de Down es razón suficiente para que la madre aborte.
Este síndrome fue descubierto por el investigador John Langdon Down en 1866, aunque no supo las causas que lo provocaban.
En 1958 el investigador Jérôme Lejeune descubrió que se trataba de una alteración cromosómica: la trisomía del par cromosómico 21, y publicó su descubrimiento en la revista Nature en 1959.
La principal consecuencia del Síndrome de Down es la discapacidad cognitiva, aunque se ha demostrado que con una estimulación temprana ésta puede reducirse de manera significativa.
Lejeune estuvo nominado para el Premio Nobel, pero su candidatura no salió adelante por su postura a favor de la vida y en contra del aborto de los niños con esta alteración genética.
Este científico francés fue nombrado por el Papa Juan Pablo II miembro de la Pontificia Academia para la Vida del Vaticano. Lejeune falleció en 1994 y en junio de 2007 se abrió su proceso de beatificación.
El Papa Francisco autorizó el pasado 21 de enero la promulgación del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que reconoce sus virtudes heroicas, paso previo para su reconocimiento como beato.
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