Santiago Apóstol, en Tonalá
Una Parroquia con añejas tradiciones y renovada jovialidad
Personas que conservan sus valores y los transmiten a las nuevas generaciones. Cinco siglos de existencia, y una vida parroquial activa y muy festiva. Devoción a la Santa Cruz, a la Santísima Virgen y al Santísimo Sacramento.
Sonia Gabriela Ceja Ramírez
Según la historia, el Reino de Tonalá era gobernado por la Reina Cihualpilli, cuando llegó, con la consigna de conquistar el Occidente mexicano, Nuño Beltrán de Guzmán el 25 de marzo de 1530. Ese mismo día se plantó una Cruz y se celebró la Eucaristía en lo que sería la segunda sede de la incipiente Guadalajara.
En ese lugar se levantó también una Capilla, conocida como la Cruz Blanca. Se dice que la primera Cruz colocada en Tonalá se conserva todavía en el sótano, en la zona de criptas del Templo Expiatorio, que está formada por troncos redondos y sostenida por algunos alambres. Mas, aunque la tradición señala que se trata de esa primera Cruz, a ciencia cierta no se sabe.
Cinco siglos han transcurrido desde entonces, y el actual Párroco, Monseñor Alfredo Dávalos Rodríguez, narra la historia de la comunidad: “El Padre Anesagasti, que fue un Párroco muy ilustre de aquí, y después Obispo en el Sureste del país, escribió un volumen, basándose en los Libros de Gobierno de la Parroquia, donde refiere que los Franciscanos fueron quienes hicieron la primera Evangelización en estas tierras y que tuvieron presencia de 1530 a 1652, aproximadamente. Después de esa fecha, llegaron los Frailes Agustinos a hacerse cargo de la Parroquia y estuvieron hasta 1800. Posteriormente, ésta pasó a manos del Clero Diocesano. El primer Párroco, ya Diocesano, fue el señor Cura Diego Aranda y Carpinteiro, quien posteriormente sería Obispo de Guadalajara”.
Rica en extensión y crecimiento
“La fecha oficial de la Erección de la Parroquia aparece en 1652, y su primer Párroco fue Fray Nicolás de Zúñiga; fue la Parroquia número 15 de la Diócesis de Guadalajara. Inicialmente, esta Parroquia llegaba hasta el Barrio de San Andrés e incluía a San Pedro Tlaquepaque, Tetlán, Zapotlanejo, El Salto, Puente Grande, San José del Quince, San Martín de las Flores, Santa Cruz de las Huertas, Coyula, San Gaspar y otras poblaciones; era enorme.
“Todavía en 1972, cuando vino aquí como Párroco el ahora Canónigo Rafael González González, el territorio parroquial era muy extenso. A él le tocó conseguir terrenos e iniciar las nuevas comunidades que habrían de formar 18 emergentes Parroquias. Fue párroco durante 27 años y ahora continua como Adscrito; en total, lleva casi 42 años sirviendo a esta comunidad”, refirió el señor Cura Dávalos.
“Esta zona se pobló muy rápido, sobre todo a partir de 1985, cuando llegó mucha gente del Distrito Federal, creciendo vertiginosamente, en especial por el rumbo de Loma Dorada; este crecimiento continúa. En estos días me dieron otros dos terrenos para construir templos en colonias nuevas. Simplemente, el Fraccionamiento Urbi, se pretende que sea habitado por un millón de personas; casi una ciudad aparte”, relató, a su vez, el Padre Rafael, quien sigue siendo encargado de la gestión de terrenos.
Una población que permanece
“Capellanías Fijas hay dos: La comunidad del Santo Niño de Atocha y la de Nuestra Señora de Guadalupe Reina de los Mártires, indicó el Párroco, quien luego añadió: “Las comunidades que tenemos aquí, tienen como base las Hermandades de La Santa Cruz, que son 18. En Tonalá siempre ha habido mucha devoción por la Santa Cruz. Cada una tiene su Capilla y en cada una se celebra la Misa cada mes. En varios de estos barrios se imparte catequesis semanal. Actualmente, la Parroquia está dividida en nueve comunidades menores, que antes eran llamadas Cuarteles.
“La población parroquial en la cabecera municipal de Tonalá es de alrededor de 18 mil personas. Además de Santo Santiago, en el Centro de Tonalá hay otras dos Parroquias: Santa Cecilia y La Divina Providencia.
“Una característica propia del Municipio es que su Centro Histórico no se ha despoblado, como ocurrió con Guadalajara, por ejemplo. Aunque es una zona totalmente comercial, la gente construyó sus casas en la parte de arriba o al fondo de los terrenos, que generalmente miden entre 70 y 75 metros de largo. Hay personas de todas las edades; en la Catequesis tenemos cerca de mil niños”.
Así se trabaja
“Nuestra meta es atender a los fieles, en todas las comunidades, con el triple ministerio de la Palabra: con la Catequesis, con las Celebraciones Litúrgicas y con el ejercicio de la Caridad mediante Grupos de Cáritas establecidos en cada barrio. Queremos trabajar de manera descentralizada para estar más cercanos a los feligreses, con personas del mismo barrio, que son quienes mejor se conocen.
“Contamos con la labor de 33 Grupos, entre ellos: Catequistas, Evangelizadores, Jornadas Matrimoniales, Jornadas de Reflexión Cristiana, Pandillas de Jóvenes que organizan Retiros Espirituales, Movimiento de Renovación Carismática, Adoración Nocturna, Una Hora con Cristo, Coros, Lectores, Acólitos, Sacristanes, Cáritas, Hijas de María, Refugianas, Peregrinos de Talpa y Guadalupanos.
“Cáritas actualmente ofrece ayuda con ropa, despensas y apoyos económicos. Tenemos también tres Capillas de Velación para ayudar a las familias que no tienen recursos para velar a sus difuntos. Hay aquí algunas Asociaciones muy antiguas, formadas desde el Siglo XIX, e incluso hay Hermandades con más de cien años de existencia.
“Por ejemplo, en diciembre que celebramos las Fiestas del Niño Dios, se hacen más notorias dos Hermandades: la del Niño Chiquito y la del Niño Grande. Unos hacen su Fiesta aquí, en el Templo Mayor, y los otros la hacen en el Templo de enfrente, el Santuario del Sagrado Corazón. Estas dos Hermandades tienen más de 500 socios.
“El 24 de diciembre traen la imagen del Niño Dios Grande al templo, acompañada con música por la mañana; y en la noche, en la Misa de Navidad, entran en procesión, también con música, y después de la Celebración, queman su castillo. Igualmente celebran los del Niño Chiquito, al que le dicen ‘El Niño del Lucero’, porque desde antes de que hubiera luz eléctrica esa Hermandad tenía la encomienda de iluminar el templo para las fiestas.
“Otra Hermandad es la del Nazareno, que tiene aproximadamente 130 años, y la de San Felipe de Jesús, que se fundó en 1920, integrada por jóvenes que organizan torneos deportivos en la Semana Santa. Esta Hermandad llegaba hasta Sayula, de donde venían muchachos a jugar”.
Un Papa de altura
A las afueras de la Parroquia, sobresale un Monumento a Pío IX, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y ahora Beato. Fue erigido en 1887. En la columna que sostiene la escultura hay cuatro medallones que hablan de las principales obras de este Vicario de Cristo; entre ellas, el haber declarado Patrono Universal de la Iglesia a San José, y la Canonización de San Felipe de Jesús, primer Santo mexicano. Además, declaró el Dogma de La Inmaculada Concepción en 1854. Permaneció 32 años en el pontificado, y convocó al primer Concilio Vaticano, donde también definió la infalibilidad papal cuando habla sobre Doctrina.
El Monumento original era de barro; con el tiempo, se dañó, y aunque se reconstruyó, finalmente se sustituyó por uno de bronce.
En nuestra Arquidiócesis existen dos Monumentos a este Papa, uno en Jamay y el otro en Tonalá, y al parecer, son los únicos dos que existen en toda la República Mexicana dedicados a Pío IX.
Aquí, todos los días hay cohetes
“Durante todo el año hay fiestas en nuestra comunidad, aunque en Navidad se les da mayor realce con las Hermandades del Niño Dios. Pero en enero tenemos la Fiesta de La Divina Providencia; posteriormente, los jóvenes hacen una fiesta especial a San Juan Bosco; en febrero, celebramos a San Felipe de Jesús; en marzo, a Señor San José, y en la comunidad de La Cruz Blanca se conmemora el Aniversario de la Primera Misa, el día de la Encarnación. Luego, en abril, viene la Celebración de la Semana Santa; en mayo, el Mes de la Virgen y la Fiesta de La Santa Cruz en las 18 Capillas; junio está dedicado al Sagrado Corazón en su Santuario; en julio son las Fiestas Patronales, pero también festejamos a Nuestra Señora del Refugio; agosto es mes de fiestas marianas; en septiembre conmemoramos La Exaltación de la Cruz, a La Divina Infanta, La Asunción de la Virgen y a San Miguel Arcángel; octubre está dedicado a la Virgen del Rosario, y en noviembre recordamos a los difuntos con varias Misas de Requiem. Como ve, aquí prácticamente todos los días hay cuetes”, advirtió el señor Cura Dávalos.
El Equipo Sacerdotal
El señor Cura Alfredo Dávalos Rodríguez (centro)
Tiene 40 años como Sacerdote, seis de los cuales ha sido Párroco en la comunidad de Santo Santiago Apóstol, en Tonalá. Dijo admirar a sus parroquianos por su Fe tan arraigada, por su apego a los valores humanos y cristianos, y les deseó que sigan caminando juntos en la Fe, manifestándola con su vida, celebrándola cada día. Fue también Formador y Rector del Seminario Diocesano, así como Vicario Judicial.
El Padre Rafael González González (Der.)
Cumplirá en este mes de diciembre 57 años de haber sido ordenado Sacerdote. En estas casi seis décadas sólo ha tenido tres destinos: Florencia, Zacatecas, donde sirvió 15 años; la Catedral Metropolitana, siete años como Canónigo, y casi 42 en Santo Santiago, Tonalá, en donde ha disfrutado la hospitalidad de los fieles tonaltecas. “Como Sacerdote, lo aprecian y lo respetan a uno. Cuando uno está enfermo, siempre están al pendiente y trabajan con uno, siempre nos sobra ayuda. Saben apreciar la obra de la Iglesia y tienen en su corazón las virtudes cristianas. Es gente que se esfuerza en sus labores, y a pesar de la difícil situación económica, ellos siguen trabajando siempre con entusiasmo”, calificó Don Rafael.
El Padre José Joel Jiménez Prado (Izq.)
Cuenta con 26 años de Sacerdote, y cuatro trabajando en esta Parroquia, donde le sigue sorprendiendo la entrega de la comunidad hacia la vida cristiana. “Siempre están muy atentos a las celebraciones que tenemos y poseen mucha iniciativa. Los tres Sacerdotes, aunque en distintas edades, hemos integrado un Equipo muy compacto, con el objetivo de trabajar en el mejor clima. Las gentes aquí viven su Fe y lo llevan a uno, sin arrastrarlo ni empujarlo, sino haciendo que caminemos juntos”.
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