En un comunicado remitido a ACI Prensa, los médicos peruanos cuestionaron si “¿puede llamarse ‘terapéutico’ a un acto que destruye y mata en vez de curar? ¿dónde están las bondades ‘terapéuticas’, vale decir ‘curativas’, del aborto?”.
“Los médicos no necesitamos ‘protocolos’ para salvar vidas. Es evidente que aquí se trata de un protocolo para justificar terminarlas”, denunciaron.
Los expertos en salud recordaron que, conforme al ordenamiento jurídico peruano, “el concebido tiene el derecho fundamental a la vida. Cualquier restricción al derecho fundamental a la vida del concebido debe ser efectuada por una reforma de la Constitución Política del Perú, Cap. I. ‘Los derechos constitucionales’, Art.2”, por lo que “un protocolo de aborto terapéutico como el que se pretende sería inconstitucional”.
“El aborto terapéutico es una medida que afecta el derecho fundamental a la vida del concebido pues la extingue. Por lo tanto, cualquier protocolo de aborto terapéutico no estaría haciendo otra cosa que regular conductas limitadoras del derecho fundamental a la vida del concebido”.
Los médicos indicaron que “las causas que quieren utilizarse para justificar el llamado ‘aborto terapéutico’ son situaciones complejas e infrecuentes sobre las enfermedades que en general pueden afectar la salud de la población o de las mujeres peruanas”.
“En la mayoría de esas infrecuentes situaciones, la posibilidad de una gestación queda muchas veces excluida, porque la salud de la mujer esta tan afectada que se produce infertilidad transitoria, como un efecto secundario o mecanismo biológico de defensa; o en los raros casos en los que hay un embarazo, se suele producir un aborto espontáneo del primer trimestre”, precisaron.
Las enfermedades invocadas para justificar el aborto “terapéutico”, indicaron, “son problemas que hoy en el siglo XXI, en el raro caso que concurran con un embarazo, son controlables desde el punto de vista médico y manejables hasta un nacimiento adelantado (seis meses)”.
“En las situaciones en los que al concurrir un problema de salud de la madre con un embarazo se hace absolutamente necesario una intervención que lamentablemente ocasionará la muerte del niño se trataría un efecto secundario no buscado: es el principio del doble efecto, donde el daño sobre el niño no es intencional. Resulta innecesario volver a legislar o volver a normar lo ya previsto”.
Los expertos de la salud subrayaron que un Estado “que respeta los derechos humanos es aquel que frente a la defensa de algún derecho puntual, no olvida otros más importantes”.
“La defensa los derechos se hace en forma integral, privilegiando siempre el primer derecho, el derecho a la vida, que es el fundamento de los demás”.
Los médicos católicos advirtieron que “la angustia de una mujer cuando sabe que va a dar a luz un hijo con defectos no se encuadra en el llamado aborto ‘terapéutico’. Si así fuera, todo aborto sería “terapéutico”, pues para algunas mujeres el solo hecho de saber que van a tener un hijo les causa un estrés psicológico temporal”.
“No debería tampoco esconderse o minimizarse la forma como un aborto puede afectar la salud física, mental y espiritual de una mujer gestante. Aún en las mejores condiciones, la práctica del aborto deja ‘huella’: conlleva el riesgo de cualquier acto quirúrgico, aumenta la probabilidad de infertilidad en mujeres que aún no han tenido hijos y la innegable realidad del síndrome post aborto está allí presente, incluso a veces por periodos de tiempo muy prolongados”.
La Asociación Nacional de Médicos Católicos del Perú subrayó que “la solidaridad exige que el ser humano mientras más débil e indefensa sea su condición sea más protegido, en especial por el Estado. La defensa de los derechos de las gestantes y de los niños es muy importante en un contexto como el latinoamericano, donde los mismos son muchas veces invisibilizados y considerados de menor categoría”.
“Es esta respuesta solidaria y humanitaria con la que debemos responder ante el problema del aborto”, concluyeron los especialistas de la salud.
Publicar un comentario