“Expreso mi cercanía a las poblaciones de la provincia china de Yunnan, golpeadas el domingo pasado por un terremoto que ha causado numerosas víctimas e ingentes daños. Rezo por los difuntos y por sus familiares, por los heridos y por cuantos han perdido su casa. Que el Señor dé consuelo a los afligidos, esperanza y solidaridad en la prueba”, manifestó el Santo Padre.
Según se informó, el terremoto de magnitud 6.1 en la región Ludian, provincia de Yunnan, es el más letal en China en los últimos cuatro años.
Las autoridades han enviado unos 10.000 soldados, a los que se sumaron cientos de voluntarios para despejar los caminos y desenterrar sobrevivientes.


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