A las 11:00 a.m. (hora local) el Papa Francisco impuso el birrete rojo y entregó el anillo a los nuevos Cardenales, así como les asignó a cada uno de ellos un Título o Diaconía.
En la apertura del Consistorio, el Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, hoy Cardenal Dominique Mamberti, dirigió al Pontífice un saludo en nombre de todos los nuevos purpurados.
El nuevo Cardenal, miembro de la Curia romana, comenzó enviando un saludo especial al Arzobispo emérito de Manizales (Colombia), Cardenal José de Jesús Pimiento Rodríguez, quién a causa de su avanzada edad pidió recibir la birreta en Colombia.
Dirigiéndose al Papa Francisco, Mamberti le dijo que “le estamos agradecidos por habernos elegido, de todas partes del mundo, para compartir de modo particular su ministerio, recordándonos que cada vocación eclesial es ante todo un servicio a los hermanos y a la misma Iglesia”.
El ya Cardenal aseguró que la elección “nos ha vuelto a invitar a seguirlo y a donar nuestra vida en el servicio ministerial”.
Formar parte del Colegio Cardenalicio “nos mete, de modo particular, en la historia y en la vida de la Iglesia de Roma, que -según la bella expresión de San Ignacio de Antioquía- reside en la caridad”, destacó.
“Estamos por tanto invitados a salir de nosotros mismos, de nuestros hábitos y comodidades, para servir a la misión de esta Iglesia, conscientes de que esto implica tener un horizonte más amplio”.
En la celebración se proclamó el conocido Himno a la Caridad de la Epístola de San Pablo a los Corintios. Después de la homilía, el Papa Francisco leyó la fórmula de creación y proclamó solemnemente los nombres de los nuevos Cardenales, anunciándoles el Orden presbiteral o diaconal.
A continuación, los nuevos cardenales hicieron profesión de fe de los nuevos Cardenales ante el pueblo de Dios y el juramento de fidelidad y obediencia al Papa Francisco y a sus sucesores.
Los nuevos cardenales se acercaron hasta el Santo Padre y se arrodillaron ante él para que les impusiera el birrete cardenalicio, les entregase el anillo y les asignara a cada uno una sede. El Papa intercambió con cada uno el abrazo de la paz.
Antes de concluir la celebración, se celebró un Consistorio Ordinario Público para la Canonización de tres beatos, dos de ellos de Israel y una de Francia.
Se trata de María de Jesús Crucificado, religiosa profesa de la Orden de las Carmelitas descalzas y María Alfonsina Danil Ghattas, religiosa fundadora de la Congregación de las Hermanas del Rosario de Jerusalén.
De Francia es la religiosa Giovanna Emilia de Villeneuve, fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción de Castres.
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