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— The Objective (@TheObjective_es) febrero 27, 2015
La violenta reacción se produjo luego de que Mohan Bhagwat, líder de la organización nacionalista india Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), criticara a la Madre Teresa el 23 de febrero, alegando que su servicio a los pobres tenía el único propósito de convertirlos al cristianismo.
“El servicio de la Madre Teresa pudo ser bueno. Pero solía tener un objetivo, convertir a la persona que era servida en cristiana”, dijo Bhagwat en medio de una ola de ataques contra templos católicos en Nueva Delhi que comenzaron hace tres meses.
La Madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la Caridad y ganadora del Premio Nobel de la Paz de 1979, falleció el 5 de septiembre de 1997 Calcuta (India) y fue proclamada beata por San Juan Pablo II el 19 de octubre de 2003.
En la homilía de su beatificación, San Juan Pablo II expresó su “admiración a esta pequeña mujer enamorada de Dios, humilde mensajera del Evangelio e infatigable bienhechora de la humanidad”.
En 1980, la Madre Teresa recibió el premio Bharat Ratna, el más alto honor público para un ciudadano civil en India.
Mohan Bhagwat, al inaugurar un orfanato y hogar para mujeres a cargo de una ONG local, dijo que “aquí no se proveerán servicios como el prestado por la Madre Teresa. Es posible que su tipo de trabajo fuera bueno, pero había un motivo tras ese servicio”.
Sus palabras desataron intensas reacciones en redes sociales y manifestaciones públicas, como la del 26 de febrero, en la que sus simpatizantes quemaron imágenes de la Madre Teresa.
Por su parte, los partidos políticos de oposición al gobierno, cercano al RSS, exigieron que éste y el primer ministro Narendra Modi presenten comunicados rechazando las declaraciones de Bhagwat.
El Obispo de Poona (India), Mons. Thomas Dabre, dijo a ACI Prensa que “los servicios de la Madre Teresa reflejaron las enseñanzas de Jesucristo –‘ama al prójimo como a ti mismo’–, y por tanto su servicio a los demás era incondicional, generoso con los leprosos, los enfermos, los abandonados y los sufrientes, y por las personas de todas las religiones”.
“Cientos de miles de personas a las que ella sirvió eran de diferentes religiones, y ellos permanecieron en sus religiones hasta el final y ella no les negó los servicios porque no se convirtieran y dejaran de practicar su fe”, recordó.
Mons. Dabre rechazó las afirmaciones de Bhagwat, diciendo que “numerosas personas de varias religiones se unieron a la Madre en el servicio a los necesitados y los sufrientes, y entre ellos estaban hindúes, así que los hechos prueban que el señor Bhagwat está equivocado”.
A su turno Gaja Nayak, un abogado hindú, dijo a ACI Prensa que “las críticas vengativas son como parásitos, porque se aprovechan del trabajo o logros de otras personas. Algunos tienden a ser constructivos, pero muchos otros son comerciantes de dinero, poder o infiltradores de odio. La Madre Teresa esparció amor y benevolencia, y eso hace la diferencia”.
“Quizás la gente hoy ha olvidado el pasado histórico de la gran hambruna de Bengala en 1943, y la era pre y post independencia de divisiones y guerra, durante la cual la Madre Teresa ofreció su vida y alma para ayudar a los marginados y oprimidos”, dijo.
La Conferencia de Obispos Católicos de India también rechazó las agresiones en un comunicado del 24 de febrero.
“Es bastante desafortunado que los servicios de una reconocida mujer premiada con el Nobel y el Bharat Ratna sean arrastrados en controversias injustificadas”, lamentaron los obispos.
“La Madre Teresa nunca tuvo una agenda oculta ni usó nunca sus servicios como una fachada para la conversión”, manifestaron. “Ella siempre mantuvo que su principal preocupación era aliviar el sufrimiento de las personas y ayudar a los pobres y los sufrientes a llevar una vida de alivio y auto-respeto”.
Los obispos también enfatizaron la importancia de defender la libertad de expresión de todos los ciudadanos de India, esperando que la “antigua pasión de la nación por la verdad, el apoyo objetivo por las obras humanitarias y la compasión por los pobres y los sufrientes no sea puesta en peligro por cualquier motivo cínico o gestos intolerantes”.
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