Al presentar el documento, el secretario general del Episcopado y Obispo de Melipilla, Mons. Cristián Contreras Villarroel, explicó que desde el año 2002 la CECh se ha planteado como un desafío prioritario abordar la problemática del abuso sexual de menores de edad, tanto en la Iglesia como en la sociedad chilena.
Tras el primer Protocolo del año 2003 para enfrentar estas situaciones, actualizado y complementado el año 2011, los obispos redactaron, a petición de la Santa Sede, el documento de Líneas guía, es decir, procedimientos claros y coordinados en el manejo de los casos de abuso, tanto para asistir a las víctimas como para formar a la comunidad eclesial.
Entre las principales disposiciones en torno a la prevención se cuentan está la formación en la temática del abuso sexual con una indicación clara de sus contenidos y alcances.
Además, se dispone que toda persona que colabore en el ámbito pastoral en la Iglesia en Chile deberá firmar un compromiso de adhesión a las políticas de prevención aprobadas a nivel nacional y a la disponibilidad para la formación permanente.
El texto fue revisado por la Santa Sede y su versión final fue aprobada en la 109° Asamblea Plenaria, celebrada en abril pasado.
Todos los obispos del país firmaron el decreto que promulga estas Líneas Guía como norma oficial en cada una de las circunscripciones. Las nuevas normas comenzarán a regir el 16 de julio, solemnidad de Nuestra Señora del Carmen.
En la presentación del documento, el Presidente de la CECh, Cardenal Ricardo Ezzati, afirmó que la promulgación a nivel nacional de estas Líneas guía "es un paso más en el decidido proceso por implementar en toda la Iglesia chilena, planes de prevención de todo tipo de abusos y desde una perspectiva más amplia, un avance en la instalación de ambientes sanos y seguros que garanticen el cuidado y desarrollo de todos quienes participamos en la Iglesia".
En tanto, Mons. Alejandro Goic, Obispo de Rancagua y presidente del Consejo nacional de prevención de abusos y acompañamiento de víctimas, sostuvo que las Líneas guía son "el fruto de un proceso emprendido por la Iglesia en Chile en uno de los momentos más dolorosos de su historia”.
“Los abusos contra menores perpetrados por clérigos marcan, ciertamente, un antes y un después en la vida eclesial chilena", precisó.
Concluyó que "no serán estas Líneas Guía las que reparen el daño irreparable. Pero con la ayuda de Dios, la voluntad y firme decisión de cada uno de mis hermanos obispos y los superiores religiosos, podremos ofrecer a nuestras comunidades y a la sociedad chilena la respuesta eclesial clara y categórica que se espera de nosotros en esta hora".
El documento completo se puede leer en este enlace: http://www.iglesia.cl/documentos_sac/27052015_938am_5565bacb65812.pdf
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