El pasado 10 de diciembre cuatro religiosas de las Sisters of the Holy Family of Nazareth volvían de un festival navideño a bordo de un Buick Le Sabre de 2003. Sin embargo, chocaron contra un auto Honda Civic de 1997, conducido por un joven de 21 años que iba solo y que cambió de carril a gran velocidad.
El jefe de policía Tom Sharp dijo que cuando llegó al lugar de los hechos en Filadelfia, estado de Pensilvania, esperaba encontrar algunas personas fallecidas. “Tienen suerte de estar vivas”, dijo.
Al ser preguntado específicamente sobre si Dios fue quien intervino esa noche, Sharp respondió: “Realmente creo que es por esa razón que están vivas”.
Para salir de sus autos, las religiosas fueron ayudadas por los bomberos, incluidos dos que estaban disfrazados como Papá Noel o Santa Claus y que participaban de una entrega de regalos antes de acudir a la emergencia.
Las monjas fueron derivadas a un hospital cercano. No se sabe si el joven de 21 años que conducía el otro vehículo sigue hospitalizado.
Las religiosas, que sirven en la iglesia St. Katherine of Siena en el noreste de Filadelfia, eran las hermanas Boguslawa, Mary Anthony, Regina, y John.
En declaraciones a CBS3, la hermana Mary Anthony dijo que “es realmente un milagro de Navidad que estemos aquí. Nos sentimos bendecidas por eso”.
“Tenemos muchos huesos rotos, puntos, probablemente yo soy la que está mejor de las cuatro. Cada una de nosotras se siente bendecida por estar aquí”, agregó.
Las religiosas, que sirven en escuelas, hospitales, parroquias y agencias de servicios sociales, dijeron a la policía que rezan por el joven que se chocó con ellas.
El 21 de diciembre, a través de la cuenta de Facebook de la congregación, la hermana Barbara Jean Wojnicki, Superiora Provincial en Estados Unidos, afirmó que el día del accidente “las manos de Dios estuvieron allí”.
“Él estuvo allí protegiendo a todos los involucrados en el accidente y guiando a los primeros en responder, así como al personal médico que ayudó a quienes resultaron heridos”, agregó.
“Estamos muy agradecidas de que todos sobrevivieran al accidente y estamos agradecidas a todos los amigos que han rezado por la recuperación de nuestras hermanas”, añadió.
Cada año las religiosas realizan una campaña para llevar regalos a los niños necesitados en el noreste de Filadelfia, denominada “Operación Santa Claus” y que este año casi no se realiza a raíz del accidente.
Sin embargo, varios de sus exalumnos de la secundaria St. Katherine of Siena se pusieron en contacto con las hermanas y les ayudaron a realizar la iniciativa solidaria el pasado fin de semana. Ese, dijeron, fue su segundo milagro de Navidad.
“Todo es posible con Dios, ya sea algo como Operación Santa Claus o sobrevivir a un accidente de tránsito”, compartió la hermana Mary Anthony a CBS3.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 28 de marzo de 2017
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