
La Iglesia nos invita a vivir esa temporada, sintiéndonos parte viva de ese Cristo, llamándonos a una penitencia, a una renovación interior del alma, del corazón, de la vida. Ya desde ahora les invito a que el próximo miércoles, como es día de trabajo, cada uno vea a qué templo puede asistir, pero no falte a esa hermosa ceremonia de la ceniza.

Publicar un comentario