Pastoral de la Comunicación.- A un mes del encuentro realizado en febrero que reunió a los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo y que representan de alguna manera un primer fruto, el Obispo de Roma es contundente; “la protección de los menores y de las personas vulnerables es parte integrante del mensaje evangélico que la Iglesia y todos sus miembros están llamados a difundir en todo el mundo”.
La Santa Sede ha presentado tres documentos firmados por el Papa Francisco, el motu proprio sobre la protección de los menores y de las personas vulnerables, la nueva ley para el Estado de la Ciudad del Vaticano y extendida también para la Curia romana, y las orientaciones pastorales. Para los expertos en materia, se trata de leyes, normas e indicaciones muy específicas, en primer lugar, para los destinatarios: en realidad se refieren sólo al Estado Vaticano, donde un gran número de sacerdotes y religiosos trabajan, pero hay muy pocos niños. Aunque fueron concebidos y escritos para una realidad única en el mundo, en la que la máxima autoridad religiosa es también soberana y legisladora, estos tres documentos contienen indicaciones ejemplares que tienen en cuenta los parámetros internacionales más avanzados.
En el motu proprio, el único de los tres textos para los que la firma papal era indispensable, el Pontífice expresa su deseo de “que todos sean conscientes del deber de denunciar los abusos a las autoridades competentes y de cooperar con ellas en las actividades de prevención y de lucha”, considerando así un principio de relevancia.
A la presentación de los anteriores documentos, seguirá la publicación por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe de un vademécum antiabuso para la Iglesia universal, y la creación de mecanismos para ayudar a las diócesis que carecen de personal cualificado para tratar estos casos.
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