“En esta dolorosa experiencia de calvario, pero con la conciencia tranquila, enfrentaré las calumnias, difamaciones e insultos en mi contra, con la esperanza de que al final brille la verdad”, dijo Mons. Taveira.
La información sobre las acusaciones fue transmitida por el propio Arzobispo de Belén, quien afirmó que “como Pastor de esta Iglesia, tengo el deber de dirigirme a cada uno de ustedes para comunicarles y esclarecer los hechos que estoy viviendo en estos últimos días”.
“Creo que no tengo derecho a omitir ante el pueblo de Dios, ni de nadie más, los cargos de inmoralidad contra el Arzobispo de Belém”, dijo el Prelado sin dar más detalles sobre cuáles serían los cargos, ya que está bajo secreto de la justicia.
Sin embargo, según la prensa local, Mons. Taveira fue presuntamente acusado de acoso sexual contra menores. El caso fue denunciado al Ministerio Público por las presuntas víctimas y derivado a una investigación abierta por la Policía Civil.
En su intervención, el Prelado manifestó que había recibido “con tristeza” la información de que “se abrieron diligencias de investigación con graves acusaciones” en su contra, sin haber sido “previamente interrogado, escuchado, ni haber tenido la oportunidad de esclarecer estos supuestos hechos puestos en las acusaciones”.
“Siempre me he mostrado disponible y abierto al diálogo y al entendimiento en todos y cada uno de los asuntos y en todas las circunstancias. Me quedé aún más perplejo cuando me enteré del origen de tales acusaciones, así como de las razones que se presentan”, dijo el Prelado.
Mons. Taveira lamentó que “los presuntos imputados hayan optado por la vía escandalosa” de promover las acusaciones, “con el objetivo de causar un daño irreparable a mi persona y sacudir a la Santa Iglesia”.
“Confío en que la justicia brasileña aclare estas falsas imputaciones, que atentan no solo a mi honor, sino que también dañan a quienes siempre han luchado fiel y activamente por la fidelidad a Nuestro Señor Jesucristo. Reafirmo que estoy a plena disposición de las autoridades, tanto eclesiásticas como civiles, para que la realidad se restituya por completo”, dijo.
Finalmente, el Prelado dijo que “con angustia” en el corazón expresa su “preocupación por el Pueblo de Dios” encomendado a su pastoreo; en especial al clero y “las personas que también padecen tales situaciones”. Según Mons. Taveira, “todo está siendo debidamente supervisado por la Santa Sede”.
“Que Nuestra Señora de Nazaret nos lleve al encuentro con la verdad y nos ayude a mantenernos firmes en la misión de ser instrumentos de paz y unidad”, concluyó.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en ACI Digital.
Publicar un comentario