Mons. Farrell, de 66 años, asume el liderazgo de la arquidiócesis metropolitana tras la renuncia de Mons. Diarmuid Martin, que fue aceptada por el Papa el 29 de diciembre. Mons. Martin había dirigido la arquidiócesis irlandesa desde 2003 como arzobispo coadjutor y desde 2004 como arzobispo.
Fue arzobispo durante la crisis de abuso sexual en Irlanda, incluida la publicación en 2009 del Informe Murphy, resultado de una investigación de tres años sobre el escándalo de abuso en la Arquidiócesis de Dublín, que implicó a algunos de los predecesores de Mons. Martin en el encubrimiento de abusos por parte de sacerdotes.
La Arquidiócesis de Dublín sirve a más de 1.1 millones de católicos en más de 160.6 kilómetros cuadrados en la costa del medio este de Irlanda. La fe católica en la zona se remonta al siglo V.
Mons. Farrell fue nombrado Obispo de Ossory en enero de 2018. Desde marzo de 2019 ha sido secretario de finanzas de la Conferencia Episcopal Irlandesa.
Su otra experiencia administrativa incluye el haber servido en el cuerpo directivo de la Universidad Nacional de Irlanda, Maynooth; como director nacional del diaconado permanente; y presidente de Veritas Communications.
Mons. Farrell tiene un doctorado en teología de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Mientras estuvo en Italia, también se desempeñó durante un año como director de formación en el Pontificio Colegio Irlandés.
A su regreso a Irlanda en 1989, comenzó a enseñar teología moral en Saint Patrick's College, Maynooth. Fue nombrado vicepresidente de la universidad en 1993. Tres años más tarde fue nombrado presidente de la universidad, cargo que ocupó hasta 2007.
Mons. Farrell es del condado de Westmeath y fue el primero de siete hijos. Fue ordenado sacerdote en 1980.
El Prelado dijo en un comunicado de prensa el 29 de diciembre que está triste por dejar la Diócesis de Ossory, pero “vengo con esperanza” a Dublín.
“Me alegra aceptar el llamado a servir en Dublín, a ser pastor en este lugar y en esta comunidad de fe”, afirmó.
“Vivimos en una época de cambios profundos y rápidos. Nuestro mundo está cambiando ante nuestros ojos, nuestro país está cambiando profundamente y nuestra Iglesia cambia bajo nuestros pies. Juntos, estamos llamados a encontrar un camino hacia el futuro que Dios abre ante nosotros”, dijo Mons. Farrell.
“El único camino genuino hacia el futuro es un camino compartido, un camino juntos”, agregó.
El arzobispo electo dijo que todos en la arquidiócesis, desde el clero hasta los laicos, tienen algo que contribuir al futuro de la Iglesia en Dublín.
“Hace tres años, tomé como lema episcopal, 'auditorio nostrum in nomine Domini', 'nuestra ayuda está en el nombre del Señor'. Al asumir esta responsabilidad de ser pastor y maestro de la fe entre ustedes, vuelvo a depositar mi confianza en la bondad de Dios y en la providencia de Dios hacia el futuro. Como todos aprendemos al final, todo está en manos de Dios. Estamos llamados a la renovación, estamos llamados al encuentro”, concluyó Mons. Farrell.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente por CNA.
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