En un telegrama enviado al Arzobispo de Detroit (Estados Unidos), Mons. Allen Henry Vigneron, Francisco recordó con gratitud "el incansable ministerio episcopal" del Cardenal en Gaylord y en Detroit y sus años de servicio en la Sede Apostólica y en el Estado de la Ciudad del Vaticano.
En el mensaje el Papa confió "el alma de este generoso servidor de Cristo y de la Iglesia al amor misericordioso de Dios".
El Cardenal Szoka fue Arzobispo de Detroit, presidente de la gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
Con la muerte del Cardenal Szoka, el Colegio Cardenalicio queda con 211 purpurados, de los cuales 118 son electores en un futuro cónclave y 93 no electores, por tener más de 80 años.
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