Estas informaciones aseguraban que el fondo de pensiones de la Santa Sede se encontraba en bancarrota. Los medios especularon con la existencia de un supuesto agujero en el fondo de pensiones de unos 800 millones de euros.
Sin embargo, el Vaticano desmintió dichas informaciones y confirmó la solidez del fondo de pensiones de sus antiguos empleados ya el pasado mes de junio. En rueda de prensa el Consejo de Economía afirmó que las pensiones estaban aseguradas. El Vice Coordinador del Consejo, Joseph Zahra, explicó entonces que “el Consejo reconoce y da a conocer que las pensiones están aseguradas. Tanto para todos los empleados de la Santa Sede y el Governatorato como para los pensionistas y la próxima generación”.
En esta ocasión, el comunicado de la Santa Sede señala que se ha creído oportuno “comunicar de manera oficial la situación actuaria, patrimonial y los ingresos de dicha Caja tal y como resultan de los Balances técnicos actuariales elaborados por el actuario certificador y de los Estados contables regularmente aprobados por la Secretaría de Estado”.
“Se observa el equilibrio sustancial entre los recursos y los activos disponibles para los jubilados actuales y futuros, gracias también a las medidas (aprobadas por la Secretaría de Estado, a propuesta del Consejo de Administración) tanto en el ámbito contributivo como en el de la prestación (alargamiento de dos años de la vida laboral que ha establecido la edad de jubilación en 67 años para los laicos y en 72 años para los eclesiásticos y religiosos)”.
En este sentido, “los Estados contables demuestran incluso, a lo largo de los años, la solidez de la estructura patrimonial y financiera de la Caja”, siendo “el ratio de financiamiento de la Caja de Pensiones (funding ratio) del 95%”.
“En el ámbito más estrictamente rentable, la situación económica y patrimonial de la institución registra un aumento progresivo de los recursos financieros y de los bienes raíces”, asegura el comunicado.
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