La Octava Enmienda de la Constitución de Irlanda, aprobada en 1983, reconoce “el derecho a la vida del no nacido y, con la debida consideración al igual derecho a la vida de la madre, garantiza en sus leyes respetar y, tanto como sea practicable, defender y vindicar en sus leyes ese derecho”.
El Catholic Herald informó que en una reunión de tres días entre Trudeau y Varadkar llevada a cabo el 20 de agosto en el marco “Desfile del Orgullo Gay de Montreal”, ambos líderes conversaron sobre el plan del primer ministro irlandés de celebrar un referéndum en el 2018 a fin derogar la Octava Enmienda de la Constitución irlandesa.
“Discutimos la cuestión del aborto, que sé que es un tema importante para muchos activistas por los derechos de las mujeres en Canadá. Actualicé al primer ministro sobre nuestros planes de tener un referéndum el próximo año para darle al pueblo de Irlanda la oportunidad de eliminar nuestra prohibición constitucional al aborto, si así lo desean”, dijo Varadkar.
Cuando se le preguntó si tenía algún consejo para el ministro irlandés, Trudeau dijo que los llamados “derechos reproductivos” eran un derecho humano fundamental.
“Sobre la cuestión de los derechos reproductivos compartí nuestra perspectiva de que estos son parte integrante de los derechos de las mujeres en general, y los derechos de las mujeres son derechos humanos, por ello le animé a considerarlo y tuvimos una buena discusión sobre eso”, aseguró el primer ministro canadiense.
Canadá tiene uno de los regímenes de aborto con menos restricciones en el mundo, donde las mujeres pueden terminar su embarazo en cualquier etapa gestación y por cualquier motivo.
Los comentarios de Trudeau son el último caso de intervención extranjera en el debate sobre el aborto en Irlanda.
El año pasado, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas dijo que las leyes contra el aborto en Irlanda “violan los derechos humanos” en un fallo similar al de la Corte Europea de Derechos Humanos en 2010.
Gobiernos irlandeses anteriores han defendido sus leyes, diciendo que están basadas en “valores morales profundamente arraigados en la sociedad irlandesa”; sin embargo, el gobierno actual promueve lo contrario.
En un comunicado de prensa, la Pro Life Campaign de Irlanda declaró que si las leyes de aborto de su país fueron cuestionadas durante la visita de Varadkar a Canadá, entonces las leyes del aborto en Canadá también deben ser discutidas.
“Estoy un poco sorprendido de que los activistas proaborto estén usando el viaje del primer ministro a Canadá para tratar de obtener apoyo en Irlanda, dado las leyes de aborto particularmente grotescas de Canadá.”, dijo la portavoz de la institución, Dra. Ruth Cullen.
“Las cifras oficiales canadienses muestran que durante un período de 10 años, comenzando en el 2000, 491 bebés que sobrevivieron a abortos fallidos fueron abandonados por personal médico y dejados para morir solos en las esquinas de los hospitales. Estas cifras revelan la realidad escalofriante y verdaderamente bárbara del aborto legalizado”, indicó.
Finalmente, Cullen también observó que las leyes provida de Irlanda son constantemente atacadas con poca o ninguna crítica o debate sobre lo que sucede en otros países.
“Si se va a hacer un debate de las leyes de aborto de Irlanda en los próximos días, entonces la incómoda verdad acerca de la ley del aborto de Canadá también debe ser el centro de toda discusión”, concluyó la portavoz.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 11 de agosto de 2017
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