El Santo Padre, que realizó este anuncio tras el rezo del Ángelus este domingo 4 de febrero en la Plaza de San Pedro del Vaticano, señaló que la jornada de oración y ayuno se dedicará de forma especial “por la población de la República Democrática del Congo y de Sudán del Sur”, ambos países africanos duramente golpeados por conflictos civiles.
“Como en ocasiones anteriores similares –continuó el Pontífice– invito también a los hermanos y hermanas no católicos y no cristianos a unirse a esta iniciativa en la modalidad que consideren más oportuna”.
Francisco animó a confiar en el poder de la oración, porque “nuestro Padre celeste escucha siempre a sus hijos que le imploran en el dolor y en la angustia: ‘Sana los corazones rotos y sana sus heridas’”.
“Dirijo un cordial llamado para que también nosotros escuchemos este grito y que, cada uno en su propia conciencia, ante Dios, nos preguntemos: ‘¿Qué puedo hacer yo por la paz?’. Seguramente podamos rezar, pero no sólo: cada uno puede decir concretamente ‘no’ a la violencia por cuanto de él o de ella dependa”.
El Papa finalizó asegurando que “la victoria obtenida con la violencia son falsas victorias, ¡trabajar por la paz hace bien a todos!”.
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El Papa Francisco rechaza una Iglesia paralizada y pide estar siempre en camino @Pontifex_es #Vaticano #Angelus https://t.co/3t9ibRxKQs
— ACI Prensa (@aciprensa) 4 de febrero de 2018
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