Debates verdaderos para ciudadanos indecisos

Los ciudadanos deseamos debates donde se pueda profundizar, acotar, interrumpir, y contrastar. El debate tipo spot se debe abandonar, porque por lo regular presenta candidatos que leen su texto, durante dos minutos, y un minuto para réplica.
Se necesita un formato flexible. Nuestros debates en México, vuelven a los candidatos de cartón, que no los acerca a los votantes, ni deja ver propuestas concretas. Son debates muy bien aprovechados para reeditar la guerra sucia, y el machismo político, en lugar de comunicarse con los votantes aún indecisos con propuestas de valor. Los ciudadanos aplaudiremos una modificación radical del formato rígido de los debates con la participación de ciudadanos y periodistas cuestionándolos.
Se necesitan ciudadanos en los debates. Puede ser un grupo de ciudadanos seleccionados de forma aleatoria por empresas encuestadoras, para que puedan hacer preguntas directamente a los candidatos, porque en el corazón de los debates, debe estar presente la agenda de los ciudadanos; y se pondrían así sobre la mesa, temas muy interesantes desde la lógica de la cotidianeidad y del sentido común.
Los ciudadanos quieren ver en los debates, una luz al final del túnel, propuestas claras y realistas para el combate a la corrupción y la impunidad, el problema de la seguridad, la salud, la migración, las reformas estructurales para la microeconomía, el empleo, las pensiones, y la reforma del modelo económico, que no es otra cosa, que una máquina para producir pobres.
Por otra parte, el intercambio directo entre los candidatos no debería exceder de la mitad del tiempo, pues el debate no es sólo entre ellos, sino ante la sociedad. Sabemos que serán los más tensos y agresivos, pero no se comerán todo el tiempo del debate.
El nuevo formato debe establecer la intervención de periodistas que formulen las preguntas sobre los temas previamente acordados. La participación del periodista no debe limitarse a moderar el encuentro, en cuanto a vigilar los tiempos y conceder el turno de la palabra. Los periodistas deben interpelar a los candidatos, donde sus  cuestionamientos no deberán ser domesticados, sino incisivos,  y no permitirán a los candidatos salirse de los temas por la tangente.
Que en el tercer debate se enfrenten los dos candidatos con mayores probabilidades de ganar, para apreciar y contrastar sus proyectos de nación, pero esto supone madurez política en los ciudadanos que conforman el INE, donde varios consejeros son por cuota política.
La cobertura informativa de los medios de comunicación no deberá ser la banalización de los debates. A los ciudadanos no nos interesa la falda o escote de las edecanes, ni los medios deben proclamar vencedores de los debates. La construcción democrática se logra con la resonancia de los temas de mayor controversia durante el debate.
Por lo tanto, el enfoque de las preguntas deberá dirigirse a los aspectos más débiles o inconsistentes de las propuestas de los candidatos. Los ciudadanos saldremos ganando, pues el resultado puede ser un ejercicio muy positivo para motivar la participación ciudadana y vencer el alto abstencionismo en nuestros procesos electorales. Los únicos ganadores serán los ciudadanos. 
Esperamos que los tres debates que organice el Instituto Nacional Electoral, no sean más de lo mismo. Con debates verdaderos, los ciudadanos tendremos así más elementos para sustentar nuestro voto.

Etiquetas:

Publicar un comentario

[blogger][facebook]

Agencia Catolica

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets