Así lo informó la agencia Asia News, que explicó que “Mons. Guo, de 59 años, es obispo ordinario de la diócesis, reconocido por el Vaticano, pero no así por el Gobierno”.
Asia News recordó que en los últimos meses Mons. Guo fue visitado por un diplomático del Vaticano, “que le había propuesto dar un paso al costado, dejando la sede de la diócesis a Mons. Vicente Zhan Silu, un obispo excomulgado, pero reconocido por el Gobierno. A cambio de ello, Mons. Guo quedaría con el título de obispo auxiliar”.
El 26 de marzo Mons. Guo dialogó durante dos horas con funcionarios del Gobierno, pero no se sabe sobre qué conversaron. A las 7:00 p.m. el Prelado volvió al Obispado “y preparó su equipaje como si estuviese por partir”. Tres horas después se lo llevaron.
Según algunos fieles, el Obispo habría sido arrestado por “haberse negado a concelebrar con el obispo ilícito Zhan Silu durante estas fiestas de Pascua”.
Zhan Silu, precisa Asia News, “es uno de los siete obispos ilícitos y excomulgados que esperan la reconciliación con el Papa, pero hasta este momento, la misma no se ha dado, o no ha sido dada a conocer públicamente”.
El año pasado Mons. Guo fue detenido antes de la Pascua y la policía lo retuvo durante 20 días.
La detención del Obispo de Mindong ocurre luego que el Partido Comunista de China, que gobierna el país asiático, decidiera disolver la Oficina de Asuntos Religiosos y encargar sus funciones al “temido” Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés).
La disolución de la Oficina de Asuntos Religiosos se da casi dos meses después de que el régimen prohibiera a las iglesias organizar campamentos y actividades cristianas para jóvenes.
Asimismo, la detención de Mons. Guo ocurre cuando las conversaciones entre China y el Vaticano estarían avanzadas. El posible acuerdo abordaría la designación de obispos católicos en el país.
Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros.
Sin embargo, desde la década de 1980 los nombramientos se dieron de forma mancomunada, aunque el Gobierno no dejó de nombrar obispos sin la aprobación del Vaticano.
El resultado ha sido una cada vez más tensa relación entre la Asociación Católica Patriótica China (Iglesia “oficial” y leal al Gobierno); y la llamada Iglesia “clandestina”, que incluye a obispos legítimos y sacerdotes que permanecen fieles al Papa.
Estos últimos son permanentemente asediados por las autoridades comunistas, llegando incluso a ser encarcelados.
Sin embargo, como parte del acuerdo, que sería “inminente” según algunas fuentes, se espera que el Vaticano reconozca oficialmente a siete obispos que no están en comunión con Roma. Mons. Vicente Zhan Silu hace parte de este grupo.
El acuerdo sería similar al del Vaticano y Vietnam. En este la Santa Sede propone tres candidatos a obispo y el Gobierno escoge uno.
Publicar un comentario