Hablando en nombre de los obispos holandeses, el Cardenal Eijk describió el 23 de abril a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– las nuevas preocupaciones sobre esta creciente práctica en los Países Bajos.
El miércoles 21 de abril la Corte Suprema determinó que los médicos podían aplicar la eutanasia por la fuerza a los pacientes con demencia si previamente habían firmado un documento que aprobaba el procedimiento.
“En 2016, un médico de un hogar de ancianos realizó la eutanasia en una mujer que tenía una declaración escrita de eutanasia, firmada cuatro años antes. Esto sí plantea la cuestión de si tal declaración escrita, firmada hace años, todavía expresa la voluntad real del paciente”, dijo el Cardenal.
La mujer de 74 años, que no pudo comunicarse debido a su condición, había declarado cuatro años antes que deseaba decidir cuándo era el momento adecuado para su muerte. La mujer resistió el intento de colocar la aguja en su brazo y le dieron un sedante en una taza de café. Según los informes, los miembros de la familia la detuvieron, fue sujetada en varias ocasiones y le aplicaron la eutanasia.
Se presentaron cargos contra el médico que administraba la eutanasia, pero fue absuelto. La Corte Suprema de los Países Bajos determinó, además, que era legal sacrificar a alguien que no puede consentir el procedimiento, pero que previamente había expresado su deseo de ser sacrificado.
El Cardenal Eijk dijo que a los expertos les preocupaba el proceso legal.
“En lugar de establecer criterios para interpretar las declaraciones escritas de eutanasia de pacientes con demencia avanzada, la Corte Suprema deja esto a juicio de los médicos involucrados, por lo que su incertidumbre solo aumenta”, dijo.
Por otro lado, el Purpurado señaló una caída del 7% en el número de casos de eutanasia reportados a las autoridades holandesas en 2018 en comparación con 2017. El médico que sacrificó al paciente con Alzheimer inicialmente fue absuelto de todo delito en 2019, pero el caso fue remitido a la Corte Suprema de Holanda en un esfuerzo por establecer un precedente legal.
El Cardenal Eijk dijo que aquellos que “consideran la vida humana como un valor intrínseco y, por lo tanto, universal, y están convencidos de que no puede ser terminada por la eutanasia, el suicidio con asistencia médica y la terminación de la vida sin solicitud, preferirían que estas acciones nunca tengan lugar”-
“Sin embargo, una caída del 7% podría verse como una contribución relativa al bienestar común, el principio básico de la ética social católica, de la cual la defensa legal del derecho a la vida es una de las condiciones fundamentales”, agregó.
Para el 2019, el año en que la Corte dictaminó que el médico no cometió ningún error al sacrificar a una mujer con demencia, el número de casos de eutanasia aumentó en un 13%.
“Uno puede temer que la sentencia de la Corte Suprema, aunque hace que los médicos sean más inseguros en la realización de la eutanasia en pacientes con demencia avanzada, en general no conducirá a una disminución del número de casos de eutanasia y suicidio asistido”, concluyó el Cardenal Eijk.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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