El plan de desescalada está estructurado en 4 fases, de 0 a 3, que comienzan del 11 de mayo, cada fase tendrá una duración de 2 semanas y se podrá pasar a la siguiente siempre que los indicadores sean favorables.
Actualmente España se encuentra en la fase 0 de este plan de desescalada. En la fase 1, previsiblemente el 11 de mayo, se volverán a celebrar misas con fieles, pero que el aforo de las iglesias “deberá estar limitado a un tercio de su capacidad”, durante la semanas que dure esta primera fase. En algunas islas de Baleares y Canarias se podrá celebrar misa con fieles a partir del 5 de mayo, pero siempre
Cuando se afronte la fase 2 de desescalada, previsiblemente el 25 de mayo, las iglesias podrán estar al 50% de su capacidad.
Según las previsiones del gobierno a final del mes de junio, España podría haber completado la fase 3 y estar en “la nueva normalidad”.
El Cardenal Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona (España) y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) aseguró el pasado domingo 26 de abril que ya había pedido al gobierno la reanudación de la celebración de la misas con fieles.
Pero recordó la importancia de “ser pacientes, rezar por la autoridades y colaborar con ellos. Todo con el fin de evitar contagios, especialmente de las personas con más riesgos. Porque estamos ante un virus con una gran potencia de contagio y a veces no parece que somos conscientes de ello”.
Además de las medidas de distanciamiento social necesarias y el respeto de la capacidad de los templos, también es muy probable que se continúe con la medidas de prudencia que se adoptaron al inicio del mes de marzo.
Es decir; la retirada del agua bendita de las pilas de las iglesias, prohibir el saludo de paz, así como las muestras de afecto a la imágenes se cambien por inclinaciones de cabeza o reverencias, para evitar el contacto físico con ellas.
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