El comunicado publicado el 26 de junio saludó la misión que los periodistas “ejercen con entrega, compromiso y pasión”, especialmente en medio de la actual situación que vive el país.
“Más que un festejo es un homenaje a quienes, con trabajo y dedicación, llevan a cabo lo que esta loable profesión procura en medio de tantas dificultades: difundir la verdad”, acotaron los obispos.
La CEV resaltó que “la libertad de información es la respuesta al deseo y al derecho de estar informado”, y que por ello, “el periodista venezolano es un valiente que, movido por ese deseo, ese conocer sus derechos, e impulsado por el Espíritu que le anima a ir en búsqueda de la verdad, se convierte en un profeta del hoy”.
También, los obispos reconocieron que sus periodistas, “como los primeros cristianos perseguidos por anunciar a Jesús resucitado”, “hoy también son perseguidos, censurados, limitados”.
“Día a día se enfrentan con dificultades de toda índole, que van desde los cierres indiscriminados a medios de comunicación, censura y despidos injustificados, acoso, robo, destrucción de equipos, detenciones arbitrarias y agresiones físicas y verbales”, lamentaron.
“Pero Jesús nos ha dicho: ‘Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos’. Cada acto contrario a la libertad de expresión, no hace más que incentivar un espíritu que arde por la justicia, la solidaridad, la verdad y la paz. Con su voz, cada periodista venezolano anima la construcción de una sociedad más fraterna y humana, en la que predominen valores que nos hagan más hermanos, a ejemplo de las primeras comunidades cristianas”.
Los obispos también creen que los periodistas venezolanos se esfuerzan “por llevar en cada noticia, la balanza de la justicia, la batuta de la moral”, y que “les mueve el amor por el prójimo, por la sociedad, por el que sufre, el que padece, el que ve violentado sus derechos”.
“Les motiva el profundo sueño de un país consolidado en la unidad, la honradez, la concordia y la libertad”, acotaron.
Sobre la difícil situación de la pandemia de COVID-19 y la labor periodística, los obispos sostienen que los “profesionales de la comunicación son los primeros narradores, los primeros portavoces de la esperanza”.
“Ejercen un periodismo capaz de narrar historias con una pluma que denuncia la injusticia, y anuncia la verdad, comunicando esperanza en nuestros tiempos; un periodismo al servicio del bien común, de profesionales que asumen su rol profético en medio de toda circunstancia. Un periodismo que escribe el primer borrador de la historia, que se comprende al mirar atrás y revisar los pasos que nos llevan al ahora. Un periodismo que nota a nota, da vistazos a la Verdad, a la Buena Noticia que nos ha sido revelada”, escribieron.
Finalmente la CEV, señaló que este Día del Periodista “es una nueva invitación a la constancia, para que cada profesional de la comunicación, como profeta del ahora, no deje de narrar el fuerte anhelo de una Venezuela que trabaja por una sociedad más justa, más solidaria y más fraterna, y continúe escribiendo la historia de un país que no pierde la esperanza”.
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