En un comunicado, la Arquidiócesis estadounidense informó “con tristeza y gran esperanza en la Resurrección” la noticia del fallecimiento del Cardenal, quien luego de desempeñarse como Arzobispo en Detroit se encargó de “supervisar el gobierno de la Ciudad del Vaticano, bajo el Papa Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI”.
El Arzobispo de Detroit, Mons. Allen Vigneron, indicó que “lloranos la pérdida de un dedicado pastor”, y recordó que “por sesenta años, el Cardenal Szoka se entregó totalmente a su servicio sacerdotal de Cristo y su Iglesia”.
“Él ha ido a casa al Padre Celestial con nuestras oraciones. Que el Señor le de la recompensa por sus labores”, expresó.
Tras su retiro del ministerio activo, en 2006, recordó la Arquidiócesis, el Cardenal estuvo viviendo en Northville, Michigan, hasta su muerte.
El Cardenal falleció de causas naturales en el Providence Park Hospital.
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