Dr. CDH Juan Pablo Aguilar
Cada quien a su manera y dentro de sus posibilidades trata de ser una buena persona: buen hijo, esposo, padre/ madre, etc. Sin embargo, el ritmo de vida actual, las necesidades a satisfacer (reales o ficticias), las influencias externas, el temor a no agradar, etc. pueden llevarnos a vivir una vida mecanizada, enfocada en hacer, consumir y descansar para repetir el ciclo al día siguiente, “sin tiempo” parar descubrir y/o cumplir nuestro propósito en la vida y nuestro compromiso hacia nuestros seres queridos.
Si te encuentras en esta situación te comparto estas 4 preguntas que te permitirán elaborar tu brújula del sentido y redescubrir tu “Norte en la vida”, esperando cariñosamente que reencuentres tu camino.
Quién eres?
¿Qué es lo que te define?, ¿Cómo te describes a ti mismo?, ¿Es algo que tú has decidido u otros te han dicho? Definir tú mismo quién eres es básico para una vida con sentido, trascendencia y plenitud.
Qué haces?
¿Eres lo que haces o haces lo que eres? ¿Tus labores cotidianas sólo te sirven para ganar algo pasajero o te lleva a cumplir con tu propósito de vida? Te invito a elegir conscientemente hacer lo que sea congruente con quien realmente eres.
Por qué lo haces?
¿Tienes claro “por qué haces lo que haces” o simplemente sigues instrucciones o la inercia? Ser consciente de por qué lo haces, te dará la base necesaria para tomar decisiones acordes a quien eres.
Para qué lo haces?
¿Para qué formaste una familia? ¿Para qué trabajas? Enfocarte en la trascendencia de lo que haces y no sólo en el día a día te permitirá descubrir el verdadero sentido de las cosas, incluso de tu existencia.
¡Te invito a construir tu brújula del sentido y redescubrir tu camino!
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