Inyectan
esperanza a pacientes con Insuficiencia Renal Crónica
El 3 de junio de 2017, el Centro de Hemodiálisis “Alter Christus” inició funciones con siete máquinas de hemodiálisis; a la fecha atienden a 35 personas que no pueden costear el tratamiento. Con el objetivo de ofrecer hemodiálisis gratuitas a los enfermos de Insuficiencia Renal Crónica, la Fundación Solidaridad y Caridad, A.C., instituida y atendida por la Congregación de Misioneros y Misioneras de Cristo Resucitado, fundada por la Madre Bertha López Chávez, estableció un Centro de Hemodiálisis en la ciudad.
Rebeca Ortega Camacho
Uno de los primeros pacientes fue Víctor Daniel Rubio Rodríguez. En 2015 le diagnosticaron Insuficiencia Renal, porque sus riñones no se desarrollaron. “Mi enfermedad ha sido asintomática, de un día para otro me puse mal; no hubo posibilidad de atenderme”, señaló Daniel Rubio. Los primeros meses se trató con diálisis peritoneal; pero sufrió varias infecciones y fue necesario cambiar el tratamiento a hemodiálisis.
“Empezamos a buscar apoyo, porque somos una familia que no tiene dinero y las sesiones de hemodiálisis son caras. Entonces, recibimos ayuda por parte de Cáritas y algunas ocasiones por el DIF; pero el apoyo de parte de ellos no es constante. Entonces, conocí el Centro por internet y pedimos información; nos dijeron que apenas lo estaban iniciando, eso fue en enero (2017) y en junio me dijeron que viniera, y empecé a recibir la ayuda. Es una atención muy esmerada, diferente a otros lados donde me habían dado apoyo. En otras clínicas no les interesa si estás bien o estás mal, si te cuidas o no, les vas a pagar; ellos te atienden y punto. Aquí es diferente, están atentos que uno se cuide; si está uno mal, de algún modo lo ayudan para que mejore su calidad de vida”, dijo el entrevistado.
De acuerdo con Sor Nubia de Cristo Maestro, Misionera de Cristo Resucitado y Coordinadora del Centro de Hemodiálisis “Alter Christus”, los primeros pacientes se escogieron conforme a un estudio socioeconómico; decenas de candidatos solicitaron el servicio. “Tres años tardamos, en 2017 se pudo terminar; todavía faltan detalles, pero ya está funcionando… Con la Eucaristía muy temprano se empezó la primera conexión, que se realizó a Guadalupe, que tenía un mes sin hemodializar.
“No hemos inaugurado, esperamos que sea este año. Como Congregación queríamos conocer la situación, porque de cerca es diferente. Nos estamos dando cuenta que es un problema de salud que nos sobrepasa, que se ha salido de las manos del gobierno. Vemos la preocupación y necesidad de la gente para pagar una hemodiálisis ($1,200 pesos), 2 ó 3 veces a la semana; porque ocupan de la hemodiálisis para poder vivir. Hay muchas instituciones que ayudan (Cáritas), pero es una enfermedad que cansa a los enfermos y familiares, y se viene abajo la economía de la familia”, señaló Sor Nubia y agregó que a la fecha se han atendido a 50 personas.
Ver a Cristo en el otro
Las sesiones se llevan a cabo de lunes a sábado, el primer turno es a las 8.30 horas y el segundo comienza a las 14.30 horas. “Son 7 máquinas, el proyecto está pensado para 14. No hemos podido abrir más turnos porque estamos checando horarios y necesitamos capacitar a más personal”, dijo la entrevistada y añadió que las máquinas y el área de hemodiálisis se limpian y desinfectan cada vez que se usa.
Por su parte, la Directora Médica, Madre Marisol Iboa García señaló, “a los pacientes se les brinda una atención integral. Atendemos personas que padecen Insuficiencia Renal Crónica en grado 5 y requieren de hemodiálisis; proceso en el cual, se extraen las toxinas. El proceso de hemodiálisis en nuestra institución tiene una duración de tres horas; la hora de mayor eficacia en el tratamiento es la última, donde se sacan la mayoría de las toxinas.
“En los pacientes tenemos la oportunidad de ver el rostro de Cristo. Son pacientes que viven en extrema pobreza; muchos de ellos no tienen lo indispensable para vivir y muchos han perdido la esperanza. Al tener este diagnóstico y al verse económicamente inestables, ellos se sienten desahuciados; pero al venir aquí y brindarles el tratamiento, es una oportunidad para inyectarles esperanza, deseos de vivir y sobre todo que experimenten el amor de Dios de manera muy palpable, dándoles atención médica, psicológica y asesoría nutricional.
“Inyectarles esperanza para ayudarles a bien vivir, el tiempo que Dios les regale. Que conozcan que su proceso de hemodiálisis tiene un impacto en el mundo, porque están ofreciendo su vida, su dolor; tienen la oportunidad de ofrecerlo a Dios. Entonces, van comprendiendo que su enfermedad tiene sentido, no es solamente un riñón que ya no tira las toxinas, sino que es una persona que da vida desde una sala de hemodiálisis, y es una oportunidad muy bella de reintegrar su dignidad”.
El día que Arquimedios visitó las instalaciones, entraron a la sala de hemodiálisis dos jóvenes de 27 años; ambos con hipoplasia renal (que el riñón no se desarrolló bien) y tienen menos de seis meses en hemodiálisis. De acuerdo con Sor Marisol Iboa, “cuando ellos ingresaron no podían caminar, tenían mucho tiempo sin hemodializarse como se debería; la misma depresión los llevó a no querer comer, abandonarse, no bañarse; con una depresión muy grande, a tal grado de no querer venir a hacerse la hemodiálisis, porque ya se querían morir”.
A ellos se les brinda el tratamiento de manera gratuita por tres meses, “para que en ese tiempo ellos logren una estabilidad, tanto económica como emocional, para sentirse seguros por ese tiempo. También la fundación ve la oportunidad de seguirles ayudando de diferentes maneras o inclusive con la hemodiálisis el tiempo que sea necesario de acuerdo a la estabilidad del paciente.
“Cuando vienen aquí, les brindamos un ambiente familiar y desde Dios, sin forzarlos; simplemente decirles que Dios los ama y está con ellos. Este proyecto de ‘Alter Christus’ es una oportunidad de poder mirar el rostro de Cristo en ellos, y no verlos como un riñón que ya no funciona o una persona disfuncional. Ellos ofrecen su enfermedad y dan su vida para que otros también tengan vida”, dijo la Directora Médica, Sor Marisol Iboa.
Al respecto, la Coordinadora del Centro de Hemodiálisis, Sor Nubia, manifestó que muchos pacientes llegan en malas condiciones físicas. “Unos comienzan con tres hemodiálisis, pero cuando se equilibran, se les da dos a la semana. Ellos mismos se empiezan a cuidar y no tienen tanta agua en el cuerpo. La hemodiálisis no es fácil, arriesgan su vida cada vez que entran a la máquina. Además, a la larga la hemodiálisis causa cardiomegalia, muchos de ellos con los años tienen un corazón muy grande.
“En otras clínicas no se les da seguimiento a su caso, la hemodiálisis es un negocio. Aquí, les explicamos, les damos información verídica y se sienten atendidos. No podemos cubrir todas las necesidades, pero a las personas a las que se les está ayudando, nos da satisfacción ver cómo van tomando más fuerzas para vivir. También, la familia determina mucho en que ellos le echen ganas o no”, señaló Sor Nubia.
Entre los colaboradores, se encuentra Atziri Nataly Anaya Ramírez, enfermera encargada del área de hemodiálisis, su labor consiste en conectar a los pacientes a la máquina y ayudarles durante el tratamiento. “La insuficiencia renal es una enfermedad de por vida, si no se realiza un trasplante; debemos ayudarlos a seguir con el tratamiento; porque hay muchos que se cansan y no quieren venir. Aquí, ayudamos a mucha gente que no tienen la oportunidad de tener un servicio de salud y las Madres les dan vida por muy buen tiempo”.
El personal lo conforman: cuatro enfermeras, un médico general, nefrólogo y psicólogo. Un proyecto a futuro es contar con una máquina exclusiva para atender a personas con insuficiencia renal, pero que también padece Hepatitis o VIH.
Requisitos para recibir la ayuda
La lista de espera es larga; pero los que cumplan los requisitos pueden llevar sus documentos directamente al Centro de Hemodiálisis “Alter Christus”. A los candidatos se les pide: no tener Seguro Social, expediente médico y estudios recientes (que tenga mínimo 8 de hemoglobina y conocer el peso seco).
“Tratamos de no pedirles tantos requisitos, pero nos asegurarnos que el paciente que vaya a ingresar tenga lo necesario para nosotras responder. Vienen directamente, entran a trabajo social y platicamos con ellos, conocemos su situación y les hacemos un estudio socioeconómico. Quien necesita de verdad, viene e insiste; quien no insiste mucho, es porque tiene ayuda. Entonces, queremos ayudar a quienes no tiene ayuda”, dijo Sor Nubia.
Ayudar para que continúe
el proyecto
“Necesitamos mucha ayuda en la Iglesia. Dice la Madre (Bertha), no está permitido pasar de largo frente al hombre que sufre, porque ahí vemos a Cristo, otro Cristo; en la hemodiálisis, es su sangre la que está ahí.
“Pueden ser donativos económicos o en material médico. Por ejemplo, la heparina es algo muy necesario y los parches de Clorhexidina, que se ocupan para cada hemodiálisis; también, la solución salina. Otra manera es apadrinando a algún paciente, sería una gran ayuda, nosotros no cobramos la hemodiálisis, pero a ellos le pedimos que solidaricen con la Fundación Solidaridad y Caridad A.C. La Madre Bertha, sueña que ellos – los pacientes – sostengan el Centro, porque es para ellos.
“Se ocupa todo tipo de donativos; por ejemplo, cloro, marca Cloralex del verde, con eso se desinfectan las máquinas. También nos ayudarían voluntarios: otro médico para ir viendo la posibilidad del tercer turno; un nutriólogo y enfermeros que tengan experiencia en hemodiálisis, son bienvenidos.
“Les pedimos a los párrocos que nos ayuden con alguna colecta; porque la luz, agua, el mantenimiento de las máquinas, es costoso. Ha sido complicado, pero Dios lo sostiene. Es un proyecto del que depende la vida de otros y tenemos que estar preparados. Prepararnos para ayudar más, porque hemos visto mucha necesidad”, concluyó Sor Nubia.
Cuando los riñones fallan:
Los riñones sanos filtran la sangre eliminando el exceso de líquido, minerales y desechos. Los riñones también producen hormonas que mantienen los huesos fuertes y la sangre sana. Cuando los riñones fallan, los desechos dañinos se acumulan en el cuerpo, la presión arterial puede elevarse, y el cuerpo puede retener el exceso de líquido y no producir suficientes glóbulos rojos. Cuando esto ocurre, se necesita un tratamiento para reemplazar la tarea de sus riñones.
Hemodiálisis:
La hemodiálisis depura y filtra la sangre usando una máquina para eliminar temporalmente los desechos peligrosos del cuerpo, y el exceso de sal y de agua. Se utiliza un filtro especial llamado dializador que funciona como un riñón artificial para filtrar la sangre. El dializador es un cilindro conectado a la máquina de hemodiálisis.
Deficiencia del sector salud:
“Los médicos son insuficientes y no hay seguimiento a los pacientes adultos. Con los niños nos damos cuenta que están atendidos y constantemente se están trasplantando; pero los adultos no. Hay poca atención para los pacientes, los dejan morir. Va una muchacha y le dicen tu riñón trabaja al 30%, espérate todavía no es momento de diálisis y le dan cita en seis meses. No se les dice que hay médicamente para rescatar el riñón y pueda servir todavía otros cinco años, si cuidas tu dieta. Ciertamente los médicos tienen una presión de atender cierto número de pacientes y de no ocasionar gastos, técnicamente dejarlos morir”, dijo Sor Nubia, respecto a la atención que reciben algunos derechohabientes del Seguro Social.
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