En ese sentido, el Cardenal Blázquez afirmó que los católicos están “en medio de la historia como ciudadanos y como cristianos” y que en el respeto a otras opciones pueden “alimentar las convicciones y el desarrollo de la vida de los fieles”.
Algo que el Presidente de la CEE calificó como un “servicio a la ciudadanía en todos los órdenes”.
De esta manera, también explicó que la aconfesionalidad del Estado permite “el marco adecuado de libertad” para creyentes y no creyentes.
Sin embargo, el Purpurado precisó que la Semana Santa es “una forma privilegiada” para divulgar la fe. Un momento del año que junto con la Navidad, constituye los dos “núcleos mayores de piedad cristiana”.
Por su parte, el Alcalde de Valladolid, Óscar Puente, aseguró que “la aconfesionalidad del Estado no tiene nada que ver con que la Iglesia y la política estén de espaldas”, por lo que insistió en que “el papel de las autoridades civiles no consiste en estar de espaldas a la religión”.
En relación con la Semana Santa, el alcalde también precisó que “sin duda los no creyentes pueden ver en la Semana Santa valores que trascienden al hecho religioso” .
Puente precisó que en la Semana Santa se ven “las dos caras de la misma moneda del ser humano”: la generosidad y la persecución.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 14 de marzo de 2018
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