Estoy pasando la infección del coronavirus, pero la estoy pasando con garbo y salero


Bueno, os voy a contar cómo sucedió todo.
Día 1, jueves.Por la noche, a eso de la 1:00 de la mañana, yo ya estaba en la cama, y sentí un dolor fuerte detrás de la campanilla de mi boca. Era un punto pequeñísimo, como la punta de una aguja. Duró unos diez minutos, muy intenso. Después fue menguando, pero noté (con toda claridad) como la infección se hacía más extensa en ese punto: detrás de la campanilla.
Al levantarme, sentí infección en toda esa zona y me dolió levemente la cabeza durante algo menos de una hora. Por la tarde, la infección ya había bajado hasta la garganta.

Yo, en ningún momento, tuve la menor sospecha de que pudiera ser el covid. Estaba totalmente convencido de que era un resfriado vulgar y corriente. Así que celebré misa con la voz tomada, estornudos y teniendo que sonarme la nariz dos veces durante la ceremonia.
Día 2, viernes:Celebré la misa exactamente con los mismos síntomas. Aunque estaba convencido, totalmente, de que era un resfriado, me di cuenta de que no podía celebrar la eucaristía en esa situación. Así que suspendí la misa de esos dos días. Por otra parte, es cierto que, por el miedo, ya no venía casi nadie. La misa ya hubiera sido para un par de personas.
Día 3 y 4, sábado y domingo: Los síntomas siguen iguales dos días más, pero remitiendo. En ningún momento, he tenido nada de fiebre.
Día 5 y 6, lunes y martes: La infección de garganta va desapareciendo, la voz deja de estar tomada. Comienzo a pensar que aquello no es un resfriado porque tengo diarrea y el sexto día no puedo comer nada hasta las 7 de la tarde. Siento una cierta nausea.

Aunque estoy totalmente seguro de que no tengo fiebre ni me siento cansado ni con frío, decido tomarme la temperatura. Descubro con sorpresa que me levanto con 35ºC de temperatura. La temperatura me irá subiendo a lo largo del día. Pero sin llegar a los 36ºC ni siquiera por la noche.

Llamo al teléfono de asistencia por coronavirus de la Comunidad de Madrid, les cuento mis síntomas, les digo que soy capellán en un hospital y les pregunto si conviene que me haga la prueba, me dicen que no.
Día 7, 8 y 9; miércoles, jueves y viernes: Me siento perfectamente. El jueves paso un día de total inapetencia. A las 7 de la tarde como algo. la diarrea continúa. La temperatura sigue como los días anteriores: me despierto con 35º y por la noche ya está en 35,9º o en 36,1º. Pero, insisto, me siento perfectamente. No me siento ni con frío ni cansado.

Esto es todo. Os mantendré informados. Si me muero, lo notaréis porque mi blog se actualizará con mucha menos frecuencia.

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