El P. Luis Miguel Muñoz nació en Vallelado, Segovia (España) en 1964. Se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y entró en el seminario mayor de Toledo.
Fue ordenado sacerdote en junio de 1992 en la Archidiócesis de Toledo. Posteriormente fue enviado al Pontificio Colegio española de Roma para completar su formación, allí se doctoró en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana.
En 1994 comenzó a colaborar en la Secretaría de Estado del Vaticano y en el año 1999 ingresó en la Pontificia Academia Eclesiástica, para formar parte en el año 2001 del Servicio Diplomático de la Santa Sede.
Desde entonces, según apuntan desde la Archidiócesis de Toledo, ha desempeñado su misión en las Nunciaturas apostólicas de Grecia, México, Bélgica, Italia, Australia, Francia y Turquía.
Tras conocer su nombramiento como Nuncio en Eritrea y Sudán, el Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro, envió una carta en la que expresó su “profundo gozo” y manifestó su agradecimiento al Papa Francisco por haber “escogido a un miembro de nuestro presbiterio para ese importante servicio ante las autoridades de dichos estados”.
Según explicó Mons. Cerrro este nombramiento es “histórico” porque “es la primera vez que un sacerdote de Toledo desempeñará tan importante tarea eclesial” y será “una manifestación más de la colaboración de nuestra iglesia diocesana con las otras iglesias hermanas de España, de América y de otros lugares del mundo. Signo de la dimensión misionera de nuestra Archidiócesis de Toledo”.
Debido a las circunstancias de emergencia sanitaria que se viven no se sabe cuándo tendrá lugar la ordenación episcopal de Mons. Luis Miguel Muñoz, pero el Arzobispo de Toledo subrayó que le asegura “el recuerdo y la oración” “para que el Señor le fortalezca, ilumine y acompañe, en su nuevo servicio episcopal”.
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