Así lo anunció el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral por medio de un comunicado difundido este lunes 30 de marzo.
En el comunicado se explica que “en los países pobres y en desarrollo hay demasiadas estructuras sanitarias que carecen de un acceso adecuado al agua para satisfacer las necesidades más básicas de limpieza e higiene”.
Se trata de un problema muy grave pues “sin agua limpia, lavabos, jabones, inodoros y procedimientos de higiene, miles de millones de pacientes, personal de asistencia y familias corren peligro porque faltan las bases o las infraestructuras para prestar cuidados apropiados, seguros y de calidad”.
“Nacimientos, cirugías, infecciones, epidemias: nada de esto se puede gestionar con seguridad sin agua; y la situación es particularmente alarmante en estas semanas marcadas por la pandemia COVID-19”, se advierte en el comunicado.
Sin embargo, “miles de instalaciones sanitarias están funcionando como pueden sin esa salvaguardia del agua que permite limpiar y proteger la vida. Algunos líderes mundiales en el campo de la salud, incluidas las Naciones Unidas, han tomado cada vez más conciencia de esta cuestión. Coaliciones de organismos gubernamentales, organizaciones privadas y de beneficencia están elaborando planes de acción para enfrentar este problema con la mayor rapidez y eficacia posibles”.
En el comunicado se recuerda que “tradicionalmente la Iglesia Católica ha sido pionera y ha estado siempre extremadamente comprometida en el sector de la salud y de la asistencia sanitaria en todos los continentes”.
“El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, después de haber consultado a las congregaciones religiosas, las conferencias episcopales, los organismos católicos de desarrollo y a expertos, desea animar y apoyar a aquellos que ya participan activamente en esta batalla para salvar vidas humanas”.
“Numerosos sistemas católicos de asistencia sanitaria están trabajando para definir el alcance y la complejidad del problema mediante un muestreo de estructuras sanitarias católicas”.
El Dicasterio, “en colaboración con algunos organismos, como Catholic Relief Services y Global Water 2020, ha decidido alentar este esfuerzo y contribuir a él, promoviendo, siempre que sea posible, investigaciones adicionales en algunos países”.
Los resultados de este estudio, “así como los de otras encuestas realizadas recientemente por organizaciones sanitarias católicas, se utilizarán como punto de partida para planes de ejecución y de recaudación de fondos para sostener los planes operacionales”.
Orientaciones sobre el Agua
Por otra parte, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral presentó, la publicación del documento “Aqua fons vitae. Orientaciones sobre el Agua, símbolo del grito de los pobres y del grito de la Tierra”.
En el documento “se distinguen tres aspectos o dimensiones relacionados con el agua: el agua para uso humano; el agua como recurso utilizado en muchas actividades humanas, en particular la agricultura y la industria; el agua como superficie, es decir, los ríos, los acuíferos subterráneos, los lagos y, sobre todo, los océanos y los mares”.
En cada epígrafe, “el texto presenta los desafíos conexos y las propuestas operacionales para sensibilizar más sobre ese tema y sobre el compromiso a nivel local. La parte final del documento plantea una reflexión sobre la educación y la integridad”.
Publicar un comentario