Al concluir el rezo del Regina Coeli, el Papa subrayó que “la existencia cristiana es toda y siempre una respuesta al llamado de Dios, en cualquier estado de la vida”.
“Este día nos recuerda lo que Jesús dijo un día, a saber, que el campo del Reino de Dios requiere mucho trabajo, y debemos orar al Padre para que envíe trabajadores a trabajar en su campo”.
El Santo Padre remarcó que “el sacerdocio y la vida consagrada requieren coraje y perseverancia; y sin oración uno no sigue este camino”.
“Invito a todos a invocar del Señor el don de buenos trabajadores para su Reino, con el corazón y las manos disponibles para su amor”, expresó.
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