Así lo indicó el Santo Padre este miércoles durante la Audiencia General que se presidió todavía desde la Biblioteca del Palacio Apostólico sin público, solamente con algunos de sus colaboradores.
En concreto, el Pontífice mencionó en cinco ocasiones la Solemnidad de Pentecostés y exhortó a los católicos a invocar al Espíritu Santo a los fieles de diferentes idiomas:
1. Franceses: “Recemos al Espíritu Santo para que nos haga hombres de paz y de fraternidad y done al mundo confianza y esperanza” ¡Dios les bendiga!
2. Italianos: “Los invito a ser siempre dóciles a la acción del Espíritu Santo” para que su vida esté siempre “encendida e iluminada por el amor que el Espíritu Santo derrama en los corazones”.
3. Ingleses: “Invoco sobre ustedes y sobre sus familias la abundancia de los dones del Espíritu Santo”
4. Polacos: “Estamos viviendo los días de la novena de Pentecostés: imploremos la presencia del Espíritu Santo en nosotros, para que sus dones, tan necesarios, nos ayude a progresar en la vida cristiana” y añadió que “en este tiempo difícil, rezamos con las palabras que San Juan Pablo II pronunció en Varsovia: ‘¡Descienda tu Espíritu y renueve la faz de la tierra!”.
5. Alemanes: “Sigamos el ejemplo de la beata Virgen María, que Ella, con su frecuente oración se parezca a los Apóstoles, invocó al Espíritu Santo para la Iglesia, quien renueva a los hombres en el amor a Cristo” y concluyó “que el Espíritu de Caridad colme nuestros corazones para se dirijan continuamente hacia el Señor en la oración”.
Publicar un comentario