Según explicó el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos por medio de un comunicado de prensa, se trata de un modo de apoyar una iniciativa que busca promover la unidad de los cristianos, “por la cual Cristo rezó durante la Última Cena”.
En el mensaje, el Pontífice lamenta que “hoy asistimos a una trágica carestía de la esperanza” agravada por la pandemia de coronavirus: “¡Cuántas heridas, cuántos vacíos, cuánto dolor sin consuelo!”.
“Hagámonos intérpretes del consuelo del Espíritu, transmitiendo esperanza, y el Señor abrirá nuevas vías a lo largo de nuestro camino”, aseguró.
Afirmó que “quisiera que, como cristianos, fuésemos todavía más y más unidos testigos de misericordia para la humanidad duramente probada. Pidamos al Espíritu el don de la unidad porque solo difundiremos fraternidad si vivimos como hermanos entre nosotros”.
“No podemos pedir a la humanidad que esté unida si nosotros avanzamos por caminos diferentes”, aseveró el Papa. Por lo tanto, “recemos los unos por los otros, sintámonos responsables los unos de los otros”.
“El Espíritu Santo dona sabiduría y consejo. Invoquémoslo en estos días sobre todos los que han tenido que adoptar decisiones delicadas y urgentes, para que protejan la vida humana y la dignidad del trabajo”.
El Papa pidió “una mirada rica de humanidad” en los cristianos. “No se puede volver a perseguir éxitos propios sin preocuparse del que se ha quedado atrás. Incluso aunque muchos actuaran así, el Señor nos pide cambiar de dirección”.
“Necesitamos volver a caminar hacia Dios y hacia el prójimo sin estar separados, sin estar anestesiados ante el grito de los olvidados y del planeta herido. Necesitamos estar unidos para hacer frente a las pandemias que nos acechan: la del virus, pero también la del hambre, la de las guerras, la del desprecio a la vida, la de la indiferencia”, concluyó.
Publicar un comentario