Casi seis meses después de que el virus apareciera por primera vez en China, el mundo sigue padeciendo las consecuencias de una pandemia aún sin claras explicaciones en su origen y tampoco con claridad en la manera como podrá ser erradicada.
Hasta el momento sólo Australia y Estados Unidos han alzado la voz para pedir a China explicaciones o incluso la posibilidad de investigar las causas concretas que produjeron el coronavirus. El país génesis del coronavirus se ha negado a que otros distintos a China investiguen dentro de sus fronteras.
Han sido muchos los que han difundido el hecho aún no probado de que el coronavirus es de origen natural. Así nos lo han dicho y millones así lo han creído acríticamente. Sólo el gobierno americano ha cuestionado el hecho yendo contra la opinión dominante y especialmente contra la Organización Mundial de la Salud. Pero una voz autorizada (nada menos que el premio Nobel de medicina que descubrió el VIH) ha puesto el punto sobre las "í" no sólo al revelar que, según sus estudios, el coronavirus tiene un origen no natural sino de laboratorio y al decir también que el coronavirus posee una relación con el VIH. Nos referimos al dr. Luc Montagnier y la entrevista íntegra es esta:
El tenor de la entrevista nos permite darnos cuenta de las limitaciones que el mismo Montagnier explica y es eso justamente lo que le da un valor añadido a lo que dice: se mantiene en el campo de la ciencia, no de la opinión o de juicio de intenciones, y pondera la libertad que él sí tiene para decir las cosas en virtud de la autoridad que le da su experiencia, el mismo Nobel y también su edad.
Volvemos a repetir lo que ya habíamos dicho en otro post: es importante conocer el origen no sólo para evitar que esto se repita sino también para que a quien corresponda asuma las responsabilidades de tantas vidas apagadas. Dejo para la reflexión estos dos videos que pueden aportar reflexiones acerca de la complicidad entre el director actual de la Organización Mundial de la Salud y China:


Publicar un comentario