Presidente de Filipinas amenaza cerrar iglesias donde se celebren Misas públicas

, 25 Mar. 21 (ACI Prensa).- Un portavoz del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, dijo que el Gobierno obligará a las iglesias católicas locales a cerrar si los sacerdotes celebran Misas públicas, “desafiando” las órdenes de salud pública emitidas por la pandemia.

Filipinas ha tenido más de 677 mil casos confirmados de COVID-19 y casi 13 mil muertes, entre las tasas más altas del sudeste asiático. En un intento por combatir un aumento en las infecciones por coronavirus, el Gobierno de Filipinas impuso nuevas restricciones, entre las que está la prohibición de reuniones públicas, incluidas las reuniones religiosas.

El martes 23 de marzo, Harry Roque, el portavoz del presidente Duterte, dijo que el Gobierno de Filipinas no violaría las leyes de libertad religiosa al cerrar por la fuerza las iglesias que violen la nueva restricción.

“En el ejercicio de los poderes policiales, podemos ordenar el cierre de las iglesias y espero que no se llegue a eso”, dijo el portavoz, según Associated Press. “No lograremos nada...si desafías y obligas al Estado a cerrar las puertas de la iglesia”.

Al día siguiente, el Obispo Auxiliar y entonces Administrador Apostólico de Manila, Mons. Broderick Pabillo, señaló en su carta pastoral que las Misas celebradas con limitada presencia de fieles es una forma segura de mantener el culto público, especialmente durante la Semana Santa y la Pascua.

Según el periódico filipino “Phil Star”, Mons. Pabillo criticó la definición poco clara de “reuniones masivas” en las instrucciones del Gobierno, señaló que el límite de aforo en iglesias permite la seguridad de las celebraciones públicas y anunció que se organizarían pequeños servicios de adoración dentro de las iglesias.

“Esta es una instrucción pastoral, es decir, está destinada a ayudar a los pastores y sus rebaños a adorar al Señor en esta importante época del año frente a la pandemia. La instrucción pastoral también afirma nuestro derecho al culto, pero fijando un límite a la asistencia física de aquellos que sienten la necesidad de hacerlo”, dijo el Prelado según el diario local.

“Llegamos a este límite del 10% de la capacidad de nuestra iglesia, porque sentimos que este número no constituye una ‘reunión masiva’. Tenemos la experiencia de un año de tener nuestros protocolos de salud en funcionamiento en nuestras iglesias, y como se ha experimentado por los que vienen a la iglesia, estos [protocolos] son bien observados”, agregó.

Según el diario filipino, Mons. Pabillo se pronunció sobre el derecho al culto público como un bien esencial para el bienestar de los fieles y criticó la falta de cooperación del gobierno con las instituciones religiosas.

“No todas las actividades religiosas ‘per se’ deben agruparse como una ‘reunión masiva’...Afirmamos nuestro derecho a la adoración y el Estado debe respetar esto y no obstaculizarlo innecesariamente. Las actividades religiosas son servicios esenciales para el bienestar de las personas”, señaló.

“Los organismos reguladores estatales deben consultar al sector en cuestión al momento de formular políticas al respecto. Lamento que los sectores religiosos no estén representados, ni siquiera consultados, cuando hacen políticas que afectan nuestra vida de culto”, concluyó.

Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.

 

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