Diversos medios de comunicación, así como personalidades españolas y mexicanas aseguraron que el Papa Francisco pidió “perdón” a México en una carta enviada por el Bicentenario de la Independencia de México, que una vez fue el virreinato de Nueva España.
“Pensamos honradamente que [estos comentarios] se han hecho desde algún titular elaborado sin la lectura del documento. Por eso animo a todas las personas a leerlo, que no es un documento muy largo. Es un documento que va dirigido a la Iglesia de México, y a México que celebra los 200 años de su independencia. Y fuera de ese contexto no se entiende”, afirmó el portavoz de la CEE.
En ese sentido, Mons. Argüello destacó que el Papa mantiene una mirada retrospectiva y de purificación de la memoria y “para facilitar esa propuesta de revisión y purificación de las propias raíces, la Iglesia ha pedido repetidamente perdón. Porque en su actuar, no sólo en América, sino en cualquier lugar del mundo, en su tarea de evangelización hace cosas bien y mal”.
Por eso el portavoz de la CEE insistió en la “perplejidad” y el “asombro” ante determinados “titulares o comentarios editoriales” como los realizados por la presidenta de la Comunidad de Madrid (España), Isabel Díaz Ayuso que aseguró que se sentía “sorprendida” ante “un católico que habla español, hable así de un legado como el nuestro. Que fue llevar el español y, a través de las misiones, el catolicismo, y la civilización, la libertad, al continente americano. Es sorprendente”.
O el comentario de Iván Espinosa de los Monteros, portavoz en el Congreso de los Diputados de VOX, que aseguró que no entendía “qué hace un Papa de nacionalidad argentina disculpándose en nombre de los demás”.
Mons. Argüello insistió en “la perplejidad que provocan determinados titulares, que dan pie a una cascada de declaraciones de personas que sólo han leído un titular y no una cartita de un folio”.
El portavoz de la CEE destacó que España puede sentirse orgullosa de lo que el Papa resalta en la parte final de su carta, que hace referencia a “la belleza del mestizaje, del encuentro de culturas, la belleza de haber ofrecido una lengua y una religión que subraya la radical dignidad de la condición humana, frente planteamientos que existían en aquellas tierras cuando llegaron los españoles y portugueses”.
Y destacó que en la Virgen de Guadalupe se unen las dos culturas. “Se hace gesto en la Virgen de Guadalupe, que es acogida por un indigena, Juan Diego, y ahí se produce un encuentro entre algo que se lleva desde España, la noticia de María, el nombre de Guadalupe; y la acogida de esa noticia por un indigena con una propuesta de mestizaje que ninguna otra forma de colonización ha vivido”.
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