Las Comisiones de Género de Estudios Generales Letras y Derecho están organizando desde el 20 de septiembre actividades en favor de la despenalización del aborto con el lema “¡Aborto legal, ya!”.
Las actividades tienen como mira organizar una campaña informativa por el Día Internacional por la Despenalización de Aborto, que se celebra el 28 de septiembre.
Entre las actividades está una manifestación el 27 y 28 de septiembre para luchar “contra el patriarcado, por nuestro derecho a decidir” frente al Hospital Santa Rosa y el Palacio de Justicia, a pesar de la pandemia actual de COVID-19.
En una de sus publicaciones, el Centro Federado critica a la religión por tener un impacto en “contra de la lucha por los derechos sexuales y reproductivos”, eufemismo utilizado para referirse a la anticoncepción artificial y el aborto.
“Recordamos que, en un Estado constitucional como el peruano, las convicciones religiosas particulares no pueden ser impuestas para la limitación de derechos fundamentales”, señalan.
ACI Prensa se comunicó el 21 de septiembre por correo con la PUCP para conocer la postura de la casa de estudios frente a este hecho y con el Centro Federado de Estudios Generales Letras, sin embargo, hasta la publicación de esta noticia no se ha recibido respuesta.
Frente a la polémica por estos talleres, la Agrupación Universitaria Riva-Agüero (AURA) dijo que la “PUCP dejó de ser una universidad católica hace mucho tiempo”. “Solo es católica y pontificia de modo nominal, pues en el campus universitario la postura respecto a la vida y dignidad humana es bastante pronunciada”, señaló.
Recordó que “la naturaleza de toda universidad es confrontar ideas, es decir, permitir a los alumnos escuchar posturas distintas para que puedan -libremente- optar por una de ellas. Esto sería acorde con los argumentos de pluralidad, apertura y diversidad que la propia universidad presenta; sin embargo, en la actualidad actúa de manera totalmente distinta”.
En ese sentido, indicó que son “los propios universitarios quienes no se encuentran conformes con la postura adoptada” por los centros federados, que deberían representar a la totalidad de los estudiantes.
Podemos afirmar esto por “los mensajes que nos llegan de los estudiantes, los que han denunciado estas actividades, pero no encuentran apoyo o canales adecuados para hacerlo. En tal sentido, la postura de la universidad ya está tomada al brindar un único mensaje al alumnado, cuando sería más fructífero que permita e incentive el diálogo”, señaló.
AURA denunció que “siempre ha habido actividades proaborto dentro de la universidad”, como fue la “firma de planillones de un proyecto de ley que buscaba legalizar el aborto por violación, talleres de uso de misoprostol (medicamento abortivo), conversatorios con representantes de ONGs abortistas, entre otros”.
“Un ejemplo más reciente es la actividad organizada por la Federación de Estudiantes de la PUCP (FEPUC) para este viernes, que tratará sobre la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, y contará con la participación del grupo ‘Católicas por el derecho a decidir’”, lamentó.
La Comisión de Género de la FEPUC está apoyando la charla “Diálogos por el #28S” que, según afirma la misma agrupación, busca “reflexionar sobre nuestra lucha por un aborto legal, seguro y gratuito”.
La charla cuenta con la participación de “Católicas por el derecho a decidir”, una organización que no es reconocida por las autoridades de la Iglesia por ir contra las enseñanzas católicas y promover el aborto.
Esta organización de falsas católicas fue fundada en 1973 en Estados Unidos y ha invertido millones de dólares para promover la legalización del aborto en América Latina.
Durante su discurso a los participantes en la Plenaria de la Pontificia Academia para la Vida, este 27 de septiembre en el Vaticano, el Papa Francisco condenó el aborto y las leyes que lo legalizan, y pidió a académicos, universidades y hospitales católicos que rechacen esta práctica.
“Es un camino que nosotros no podemos recorrer”, remarcó.
El Pontífice aseguró que “somos víctimas de la cultura del descarte”. Por un lado, “está el descarte de los niños que no queremos recibir” y que son sometidos a la ley del aborto.
“Hoy esto se ha convertido en un modo ‘normal’, un hábito”, lamentó. “Para entenderlo bien nos ayuda hacernos una doble pregunta: ¿es justo eliminar, mandar fuera, una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema? Eso es el aborto”.
El Catecismo de la Iglesia Católica recuerda que “la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida”.
“Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral”, remarca.
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