En un artículo titulado “El Estado como dueño de las conciencias”, el P. Hayen Cuarón señaló que “si permitimos que la SCJN y los legisladores laceren el derecho a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa, estaremos dándoles luz verde para que ejerzan un dominio tiránico sobre lo más íntimo y sagrado que poseemos, que es nuestra conciencia”.
“De esta manera el Estado ejercerá un control férreo y despótico, en detrimento de cada persona que convive en el ámbito de nuestra sociedad civil”, expresó.
Tras fallar en contra de la penalización absoluta del aborto en el Código Penal de Coahuila el 7 de septiembre, y considerar inconstitucional la protección de la vida desde la concepción en la Constitución de Sinaloa el 9 del mismo mes, la Suprema Corte buscó restringir el derecho a la objeción de conciencia en la Ley General de Salud.
Aunque reconoció que la objeción de conciencia es un derecho constitucional, la mayoría de ministros de la Suprema Corte invalidó el artículo 10 Bis de la Ley General de Salud, que lo reconocía para médicos y enfermeras.
Los ministros de la Suprema Corte anunciaron que enviarían un exhorto al Congreso de la Unión, órgano legislativo federal de México, para que prepare un nuevo texto sobre la objeción de conciencia para los profesionales de la salud.
Líderes provida temen que la propuesta apunte a restringir la objeción de conciencia, obligando a médicos y enfermeras a participar en abortos contra su voluntad.
El P. Hayen Cuarón explicó que “la objeción de conciencia es la negativa de una persona para cumplir con un mandato jurídico cuando este se opone a sus creencias fundamentales”.
“Vivir según nuestras convicciones sobre el bien y el mal es un derecho primordial que protege nuestra dignidad y libertad”, resaltó.
Para el sacerdote mexicano, “en el fondo lo que las autoridades judiciales y legislativas del país quieren es que en México se practique el aborto, a como dé lugar, y que los llamados ‘derechos sexuales y reproductivos’ de las mujeres prevalezcan por encima de un par de derechos humanos fundamentales que hoy son despreciados: el derecho a la vida del no nacido y el derecho a la objeción de conciencia por parte de los médicos y enfermeras”.
El P. Hayen Cuarón subrayó que “la conciencia, según enseña la Iglesia Católica, es el juicio moral que nos invita a practicar el bien y evitar el mal”.
“Es la voz de Dios que nos habla interiormente con autoridad y que nos invita a acoger sus mandamientos”, destacó.
“La exigencia de escuchar la propia conciencia es imprescindible hoy, más que nunca, ya que vivimos en un mundo que nos impulsa a vivir como autómatas, prescindiendo de toda reflexión, examen o interioridad”, añadió.
Las autoridades mexicanas, criticó, “quieren acallar la voz de Dios que resuena en nuestro interior, y así participemos en cosas que repugnan, no sólo a la conciencia, sino a la misma inteligencia, como es el acto antinatural de matar a un hijo en el vientre de su madre”.
“Hemos de obedecer a Dios –que nos habla en la conciencia diciendo ‘no matarás’–, antes que a los hombres”, subrayó.
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